Para construir un México próspero, es decisivo elevar el crecimiento económico, a partir de democratizar la productividad de todos los trabajadores, empresas y sectores del país, así lo plantea y así lo viene anunciando el Presidente de la República Enrique Peña Nieto. Para lograrlo, se están innovando políticas públicas, modernizando instituciones e impulsando reformas transformadoras. Mismas que son motivo de comentario en el extranjero, y que Peña Nieto ha presumido en sus participaciones en diversos foros internacionales. Con la Estrategia de Contratación Pública dada a conocer este lunes, el Gobierno reafirmó su compromiso de ser un actor económico responsable y serio.

Esta Estrategia anunciada, tendrá como finalidad ejercer el presupuesto con la mayor eficacia y, sobre todo, con alto sentido de responsabilidad. Peña Nieto anunció en el acto de presentación de la estrategia referida que  concluida la jornada electoral, el Gobierno de la República trabaja con normalidad, ejerciendo los recursos públicos con plena responsabilidad y eficacia y que prácticamente se ha eliminado el subejercicio del gasto. La Administración ha ejercido el presupuesto conforme a lo programado, de acuerdo con el calendario establecido para el primer semestre del año. En base a esto, se pretende incrementar el impacto positivo de las compras gubernamentales en la economía, como medio para lograr un crecimiento sostenido y generar empleos de calidad para todos los mexicanos.

Es importante recordar que el Estado es un actor económico esencial, al ser el principal consumidor e inversionista de la Nación. Por ejemplo, las contrataciones públicas en nuestro país representan un importante porcentaje del Producto Interno Bruto. Ello se traduce en impactos muy relevantes para el desempeño de la economía en su conjunto. Tan sólo a las adquisiciones, arrendamientos y servicios, el Gobierno de la República dedicará en 2013, 365 mil 129 millones de pesos; es decir, más de mil millones de pesos diarios. En este sentido, y ante efectos económicos internacionales, es prioritario ejercer con eficacia el presupuesto público durante la segunda mitad del año.

Para ello, el Gobierno de la República cuenta con una Estrategia de Contratación Pública. Sus objetivos son: Acelerar las contrataciones y asegurar que éstas se realicen bajo los principios constitucionales de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez. Esta se basa en el sentido común, utiliza el tamaño del Gobierno para comprar más barato y lograr que el dinero público, el dinero de todos los mexicanos, rinda más. A través de compras consolidadas, contratos marco, subastas en reversa y un mayor uso de las tecnologías de la información, mediante más licitaciones electrónicas.

La estrategia también incluye un mejor uso de las subastas en reversa. A diferencia de una subasta normal, donde gana quien ofrece más, aquí el contrato lo gana el proveedor que ofrece el menor precio. Estos son mecanismos que en forma transparente y competitiva, le permiten al Gobierno acceder a mejores condiciones de precio y calidad.

Se nos indicaron dos grandes ejemplos con los cuales el Gobierno de la República inicia el impulso a esta Estrategia, dos contratos marcos para las dependencias federales, uno orientado a la utilización de vehículos y otro de medicamentos para todo el sector salud, ahorrando costos por el volumen de las operaciones.

En resumen, la importancia de esta estrategia será medida a través de indicadores claros que señalen el impulso a las empresas mexicanas, creando empleos y en general impulsando el desarrollo económico nacional, a la vez que garantizan mayor apertura y transparencia en las adquisiciones públicas. Confianza, certeza e impulso económico, al utilizar el presupuesto federal, pero en un ámbito de responsabilidad.  De esta manera se contribuye a crear más beneficios para los mexicanos.