“La naturaleza ha hecho al hombre feliz

y bueno, pero la sociedad lo deprava

y lo hace miserable”.

Jean Jacques Rousseau

Estos días han sido de fiestas por las clausuras de cursos en las escuelas. Tal vez no ha habido tiempo para pensar en los empleos que hay que crear o dicho de otra forma en la gran cantidad de desempleados. El ejército industrial de reserva es gigantesco.

Esos actos protocolarios son indispensables por varias razones. Las ceremonias de clausura implican planeación, organización, distribución de funciones, disciplina, orden y por supuesto gasto.

No imagino que al finalizar los cursos no hubiera fiesta escolar. Imposible.

Es bueno efectuar esos eventos que implican reconocimientos y estímulos, forman y conforman conductas, actitudes que prestigian y auto estimulan a los diversos actores.

Tuve la oportunidad de asistir a las ceremonias de fin de cursos de dos prestigiadas instituciones: el Centro Escolar José María Morelos y Pavón y el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec.

Las ceremonias fueron esplendidas que lo hacen sentir a uno orgulloso de tener en Puebla miles de instituciones que como estas sintetizan organización y participación de maestros y personal administrativo, de padres de familia que aun con grandes sacrificios dan todo por sus hijos.

En estos actos se advierten los empeños de sus consejos directivos, de los directores y de muchos que conforman la comunidad escolar.

En estas festividades confluyen convivencia, sociabilidad e identidad de alumnos, maestros y padres de familia.

En estos acontecimientos subyacen como pilares fundamentales, principios y valores, convicciones y pertenencias conforman la personalidad de los educandos y en poco tiempo de ciudadanos.

No hay que dejar de advertir que también subyace el espíritu de competencia.

Ahora recuerdo los eventos del fin de cursos de la escuela Simón Bolívar aquí en la ciudad de Puebla. Era directora la distinguida maestra Esperanza Pérez de Ríos. Cómo no recordar a mi querida maestra Celia Huerta o a las profesoras Josefina Arriaga o Martha Cruz y Cruz. Entonces era supervisor escolar la estimada maestra Julia Romero viuda de Solano.

Cómo no rendir gratos recuerdos del profesor Francisco Sánchez, de la maestra Otilia Aguilar de quienes recibimos sus enseñanzas los tres primeros años de primaria en la escuela rural federal Benito Juárez.

Con estos eventos es gratísimo recordar al hoy Benemérito Instituto del Estado, Institución formadora de miles de maestros.

Ahora traigo a mi mente al maestro Felipe Palacios, las maestras Ema López Díaz, Trinidad García Islas, Amapola Fenochio, José Luis Velázquez y a toda una pléyade de ilustres maestros normalistas.

En fin, las ceremonias de graduación dejan lecciones y reflexiones que ayudan a la revisión de los desempeños de los diversos actores.

Los maestros con los padres de familia y los alumnos, cotidianamente construyen el éxito que habrán de tener las generaciones.

Las clausuras también propician pensar y valorar la calidad de la educación que se imparte y que se recibe. Provocan la revisión de curriculas y contenidos.

Determinan innovaciones para enfrentar con éxito la competencia que nunca se acaba, entre personas,  comunidades y las propias naciones.

Todo esto y mucho más tiene por objeto la consecución, por la vía de la solidaridad, la felicidad de la persona humana y de grupos sociales.

Finalmente me permito expresar en la persona del director del Centro Escolar Morelos, el maestro Agustín Alfaro del Toro mis congratulaciones por la alta calidad de la educación y a toda la comunidad educativa.

El Centro Escolar Niños de Chapultepec, gloria de la educación en Puebla y en el país, modelo de desarrollo educativo, como los otros centros escolares también mi reconocimiento y felicitación por la alta calidad en la enseñanza.

Al maestro José Ramón Iglesias García así como a los maestros arquitecto José Romero Molina e Ignacio Guillermo Hernández Cruz y a todos los directivos del Centro Escolar el más amplio reconocimiento de un humilde servidor.

En Puebla, en forma acelerada como lo afirmo el Secretario de Educación, Emilio Chuayffet Chemor, se gobierna educando.

En todo el territorio poblano están los testimonios de la modernización del sistema educativo, ejecutados por Luis Maldonado Venegas, y ahora por Jorge Alberto Lozaya Legorreta, dirigidos por el gobernador Rafael Moreno Valle.

En Puebla así se trabaja como lo quiere el presidente Enrique Peña Nieto.

Estimado lector tengo dos correos electrónicos a través de los cuales recibiré sus comentarios: vivereparvo45@yahoo.com.mx y/o vivereparvo45@hotmail.com