¿Un académico o un cantante?

  • Raúl Torres Salmerón

En medio de un ambiente pleno de violencia verbal y física, no visto en la historia reciente de Puebla, el domingo o más bien hasta el lunes –por la falta de capacidad del Instituto Electoral del Estado, cuyo titular Armando Guerrero que causó más daño que bien y mal organizó estos comicios--  se sabrá quienes ganaron las elecciones municipales y el Congreso del Estado, que en esta única ocasión tendrán un lapso de 4 años 8 meses y que se convirtieron en un verdadero botín.

Las guerra de lodo, los insultos, los ataques mediáticos, la compra de votos y de los propios políticos, los falsos debates, la ausencia de la política, la falta de propuestas, están a la orden del día. Incluso, se registró el asesinato del ex rector Samuel Malpica.

Como lo han escrito varios analistas, las heridas y enconos serán difíciles de superar, a tal grado que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas en una entrevista con el diario El Universal, externó: Que el proceso ya se acabe… Es el peor momento del gobierno.

Pero ¿quién tiró la primera piedra? Existe un antecedente histórico.

Los más viejos de la comarca recuerdan la elección en noviembre de 1983 en la capital poblana, del profesor Jorge Murad Macluf, candidato del PRI y del ingeniero Ricardo Villa Escalera, candidato del PAN, que estuvo competida y reñida, donde estuvo a punto de resolverse mediante la creación de un Concejo Municipal.

La ciudad se convirtió en un gigantesco tendedero por la publicidad colocada en todas partes, aún las colonias más alejadas. Eran los tiempos dorados del viejo sistema priísta y gobernaba entonces Guillermo Jiménez Morales. Fue una auténtica elección de estado, como la que se percibe estos días.

El día de la elección, Villa Escalera llegó a varias casillas y reventó urnas, que estaban llenas desde temprana hora. Hubo golpes y detenidos, y en los días subsecuentes marchas y manifestaciones que reunieron en el zócalo de Puebla a más de 10 mil poblanos.

Luego de empezar su mandato entre gritos de reprobación, chiflidos insultantes y recordatorios maternos, merced a su trabajo y las obras realizadas, obtuvo el reconocimiento de la ciudadanía. Construyó la Central de Abasto, la Central Camionera, siete mercados públicos, el Circuito Interior llamado ahora Juan Pablo II, pavimentó miles de calles, entre otras muchas obras.

A la postre el priista fue catalogado como el mejor alcalde del siglo XX y falleció en 1986 en el ejercicio pleno del poder en un accidente automovilístico.

Su entierro fue algo nunca visto en Puebla y no se ha repetido. Miles y miles de poblanos lo despidieron en las calles con aplausos y flores desde el Palacio Municipal hasta el Cementerio Valle de los Ángeles.

Ahora disputan la alcaldía por el PRI, el ex rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez y por el PAN un político oscuro, Antonio Gali Fayad, de profesión economista pero metido a constructor   -las obras que tanto presume han tenido notables fallas y se le han caído-  quien ocupó la Secretaría de Infraestructura del actual gobierno estatal.

Por cierto, los ex rectores no han salido malos como políticos  -ahí están José Doger Corte y Enrique Doger Guerrero como muestra-   pero que sepamos los funcionarios que se dedican a cantar en actos públicos a la menor provocación  -Gali presume de ello- no salen tan buenos para gobernar.

La contienda de la capital es entre un académico y un aprendiz de cantante.  

Lo que está en juego no es poca cosa. Es el manejo de grandes presupuestos, durante 4 años y 8 meses y con la posibilidad, aunque lo han negado, de ser candidato de sus partidos al gobierno del estado.

La ciudadanía deberá escoger entre un académico o un cantante, quien deberá gobernar como el profesor Murad.

En fin, como escribió el guerrerense don Juan Sánchez Andraca en su libro “A la sombra del mezcal” un poema aplicable para el ganador y el perdedor de la contienda:

 Cuando falta entendimiento,

cuando todo es puro gozo,

cuando el mundo es muy hermoso

o el recuerdo está sediento,

si hay un mal presentimiento

o te enfermas de amargura,

oye un consejo sincero:

toma un mezcal de Guerrero

y verás cómo te cura”.

raultorress@hotmail.com

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Raúl Torres Salmerón

Abogado. Periodista. Ex Director de La Voz y El Sol de Puebla, El Heraldo y El Popular. Ex Director de Comunicación Social del Gobierno Estatal y en dos Gobiernos Municipales.