Sea cual sea el resultado electoral en Puebla de este domingo, de todas maneras Rafael Moreno Valle será candidato del Partido Acción Nacional a la presidencia de la República. Es un lugar que tiene ganado gracias a su audacia y compra de conciencias y a la falta de talentos panistas capaces de disputarle la posición a nuestro señor gobernador.

La diferencia entre ganar y perder, es que el triunfo le daría a Rafael  la tranquilidad de tener el control del Congreso del Estado y dejar sucesor en la figura de Antonio Gali Fayad. Además, mantener su fuente de financiamiento desde el gobierno del Estado y seguir comprando a mercenarios de la política. Un punto más a su favor, es presentarse como un ganador permanente.

Claro que la derrota electoral en municipios importantes y el Congreso del Estado, le traería consigo severos problemas. El primero, sería lastimar su orgullo ganador y colocarlo como un gobernador al que su pueblo rechaza en las urnas por los abusos cometidos. El segundo, sería tener que lidiar con un Congreso del Estado priista controlado por personajes del gobierno federal y no por él, ni su inagotable fuente de recursos para la compra de conciencias mercenarias. El tercero, el más grave, perder su sucesión ante Enrique Agüera Ibáñez.

Pues ese es el panorama al que el gobernador va a enfrentarse este domingo. Está en juego su futuro. Sí, el futuro personal y político de Moreno Valle no el de los poblanos. Y es en este sentido ¿qué ganan los poblanos con la prolongación del poder desquiciante de Rafael?

Pues la verdad es que nada. Los poblanos nada ganan y por el contrario perderían al darle más poder a un gobernante concentrado en su proyecto político y en vender espejitos. El gobernador hace creer a los poblanos que con 3 ó 4 puentes y un paso a desnivel ya se consolida como el gobernante de vanguardia que necesitábamos. Sí, ha construido los puentes y ¿qué más? ¿un teleférico que no existe? ¿la rueda de la fortuna? ¡¡¡Por favor!!! Los servicios en los hospitales generales son decadentes y las instalaciones, una porquería; el campo poblano existe en las estadísticas, la in-se-gu-ri-dad pública nos consume y la inversión privada se concentra en una planta de autos que dará no más de mil empleos. Audi no es la Volkswagen: vochos tenemos todos, Audi, sólo algunos cuantos ricos que gustan de la marca.

En fin, el domingo empezará a escribirse otra página de la historia de la Puebla de los poblanos o la Puebla de Moreno Valle, la Puebla a su gusto.

El Verdugo

Apurado el gobierno del Estado trató de relacionar a Enrique Agüera con el asesinado de Samuel Malpica, ex rector de la BUAP. El Verdugo dice: ¡cuidate Martita! este es capaz, hasta de enviudar.

Gracias

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