Los cierres de campaña, proyectos antagónicos

  • Manola Álvarez S.
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Los cierres de campaña de la Coalición 5 de mayo y Puebla Unida, fueron un reflejo de los diversos y contrastantes proyectos políticos que representan.

“Tony” Gali organizó una fiesta VIP, en la Plaza Victoria, uno de los orgullos del morenovallismo, amenizada por el grupo musical “Los Askis” y por el propio candidato que a la menor provocación se lanza a cantar, en este caso “al Final”. ¿será alguna premonición?

 Los convocados se encontraban cómodamente sentados unos, parados otros, todos cubriéndose con sombrillas de la alianza y saboreando ricas paletas, chicharrines y refrescos mientras gritaban eufóricos ante las carreras y brincos de su candidato que emulaba la actitud de algún predicador norteamericano.

Sólo lo acompañó el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, que por el desprestigio que tiene en su estado y en el día en que se realizaba la marcha por la paz, en protesta por su política de seguridad, más que ayudarle constituyó un lastre. El gobernador Rafael Moreno Valle, a pesar de haber declarado que en los días de descanso asistiría a los actos políticos de Gali, prefirió festejar su cumpleaños en otras compañías.

La asistencia de sus detractores Francisco Fraile y Ana teresa Aranda, habla del poder de persuasión del jefe del Ejecutivo poblano. Causó extrañeza la ausencia de Marcelo Ebrard quien se dice tiene una muy buena amistad con el gobernador poblano.

Después del gran show cerró con una frase de su hacedor “Ni un paso atrás ¿me oyeron? Ni una vuelta en Ü. Para Puebla lo mejor está por venir, que Dios los bendiga”.

Por su parte Enrique Agüera escogió el zócalo de la ciudad, frente al palacio municipal y cercano a sus simpatizantes, acompañado por la dirigencia nacional del PRI, el presidente Cesar Camacho y la secretaria general Ivonne Ortega, el ex gobernador Guillermo Jiménez Morales y diputados y funcionarios federales.

En la animación estuvo Joan Sebastian quien al ver el zócalo repleto afirmó: “Esta es la ¨Puebla de la pasión roja y de la esperanza verde”. Y le dijo al candidato: “Enrique, reconozco un hombre de sueños, de triunfo, de lucha y sé de tu capacidad para llevar a Puebla a mejores terrenos y por qué no decirlo, a mejores realidades”.

El presidente del PRI manifestó que el palacio municipal de puebla es un edificio del pueblo, pero que hoy se encuentra cerrado porque la soberbia y el exceso han dominado la escena y pidió que en Puebla existan en el Congreso del Estado y en la Presidencia Municipal buenos aliados de quien hace un año se convirtió en presidente y líder de los mexicanos; dijo que desde aquí había que apoyar a Enrique Peña Nieto. Y le exigió al gobierno que saque las manos de la elección, que deje de comprar la dignidad humana que no se vende. Así o más claro.

El candidato de la Coalición 5 de Mayo se despidió diciendo que durante su recorrido  los ciudadanos le dijeron que están hartos del abandono, que no quieren más exclusión ni más inventos desde el gobierno que se ha mantenido distante a la gente quiere, a sus requerimientos.

Después de esta confrontación de proyectos y de puntos de vista diversos y opuestos sobre lo que la gente desea de un dirigente político, sólo queda esperar el próximo domingo para ver por cuál de los dos se manifiestan los electores. Por lo pronto el candidato del Partido del Trabajo, Miguel Ángel Caballos, congruente con su formación priista desde hace muchos años en que se le conocía como “el chiquilin”, ya escogió: declinó a favor de Enrique Agüera.

alvarezenriqueta@hotmail.com

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Manola Álvarez S.

Licenciada en Derecho y en Ciencias Diplomáticas UNAM. Catedrática en la UNAM y en la UDLAP. Diputada en la L Legislatura del estado de Puebla.
Escritora y periodista.