• Cultura

Rosario Castellanos y su visión de la maternidad en un poema

  • Jipsy Herrera
La escritora fue una de las poetisas más controvertidas de su época por abordar un lado menos romántico de lo que es ser madre
.

Para muchas mujeres, el poder convertirse en madre es uno de los momentos más bellos de su vida, pero para muchas otras esta experiencia llega tomar un significado diferente al que ha sido establecido por muchos años y que romantiza el hecho de ser madre sin tomar en cuenta el lado menos dulce.

La maternidad ha sido relacionada con fertilidad y lo femenino, llegando a considerarse como el pilar de la sociedad; sin embargo, a este escenario llega Rosario Castellanos, quien pone en juego el valor de lo que significa ser madre a través de uno de los poemas que causó gran polémica en la década de los 50.

A lo largo de los años se ha visto a la maternidad como algo positivo y esperado por muchas mujeres, pero son muchas las voces de poetas que presentan a través de sus letras el lado menos agradable y expresan que no todas desean o esperan ser madres. De acuerdo con las investigadoras Silvia E. Álvarez-Arana y Mayte de Las Heras MartínezRosario Castellanos revela en este poema su deseo de alejarse de la imagen construida por la sociedad en torno a la maternidad y hace una reflexión entre el periodo del embarazo y el alumbramiento.

Rosario Castellanos hace un breve, pero profundo viaje a través de ese lado no tan dulce de lo que se ha considerado que es la maternidad en el poema:

Se habla de Gabriel

Como todos los huéspedes mi hijo me estorba,

Ocupando un lugar que era mi lugar, existiendo a deshora,

Haciéndome partir en dos cada bocado.

Fea, enferma, aburrida

lo sentía crecer a mis expensas,

robarle su color a mi sangre, añadir

un peso y un volumen clandestinos

a mi modo de estar sobre la tierra.

Su cuerpo me pidió nacer, cederle el paso;

darle un sitio en el mundo,

la provisión de tiempo necesaria a su historia.

Consentí. Y por la herida en que partió, por esa

hemorragia de su desprendimiento

se fue también lo último que tuve

de soledad, de yo mirando tras de un vidrio.

Quedé abierta, ofrecida

a las visitaciones, al viento, a la presencia.

La escritora expresa su pesar ante el hecho de convertirse en madre, siendo este poema una forma en la que se realiza una resignificación de la maternidad preconcebida como algo bueno; su obra, que en muchas ocasiones fue criticada, la llevó a convertirse en una de las precursoras del feminismo. (MIG)

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