En febrero de 2024, Puebla presentó una inflación del 4.05 por ciento, el índice más bajo en al menos 14 meses según los datos reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El 4.05 por ciento reportado durante el segundo mes del año es menos de la mitad del índice que se reportó en el mismo mes, pero de 2023, cuando hubo una inflación del 8.58 por ciento; mientras que contra el mes de enero existió un decremento porcentual del 8.5 por ciento, pues a principio de año se reportó una inflación de 4.9 por ciento.

Mientras que a nivel nacional la tasa fue del 4.40 por ciento, por lo que en esta ocasión Puebla mostró una variación por debajo del conglomerado de las 32 entidades federativas.

Por ciudades que componen a este nivel nacional, la capital poblana mostró una inflación del 4.21 por ciento, la cual se encuentra por encima de su índice general, mientras que Izúcar de Matamoros reportó un 3.34 por ciento.

Las frutas y hortalizas no ceden ante la inflación

A pesar de que en general la inflación mostró un nivel que favorece a los consumidores, de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (INPC) de febrero, los alimentos son los productos que presentan un incremento constante.

Especialmente en el caso de las frutas y hortalizas frescas, que mostraron un incremento inflacionario del 11.4 por ciento en su conjunto y en lo particular las frutas frescas del 6 por ciento y hortalizas del 16.8 por ciento.

Específicamente, el aguacate mostró un incremento porcentual del 10.8 por ciento, el durazno del 11.6 por ciento, la guayaba del 10.7 por ciento, la naranja del 16.1 por ciento y la sandía del 15.6 por ciento.

Sin embargo, son las hortalizas las que presentaron los niveles inflacionarios más altos, pues tan sólo la calabacita presentó un 52.5 por ciento de inflación en febrero y la cebolla triplicó su precio, con una inflación del 201 por ciento.

El chayote, el chile poblano y los ejotes tuvieron índices del 43.3, 37 y 56.4 por ciento, respectivamente, niveles muy por encima de la inflación general y que abonan a que los precios finales para los consumidores no se perciban más bajos. (JC)