• Seguridad

Segob plantea asumir seguridad de Esperanza por alza en criminalidad

  • Edwin García
Dependerá del alcalde Isaac Rodríguez aceptar la intervención de las fuerzas estatales ante la presunta colusión entre delincuencia y policía municipal
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La presunta infiltración de grupos delictivos en las fuerzas policiales del municipio de Esperanza motivaría al gobierno de Puebla a asumir la seguridad pública en dicha demarcación.

La propuesta dada a conocer por el secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, deriva del ataque armado del pasado 29 de febrero entre policía del municipio y Guardia Nacional, donde un elemento federal terminó baleado en una extremidad.

La propia Segob citó el lunes 4 de marzo a Isaac Rodríguez Rocha, presidente municipal de Esperanza, a fin de proponer la intervención gubernamental en el municipio a través de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP); sin embargo, la decisión recaerá en el edil.

De aceptar, serán los cuerpos de la SSP quienes actúen en la región que se encuentra en los límites con el estado de Veracruz, un territorio azorado por distintos grupos delincuenciales entre los que se encuentra la organización liderada por “El Bukanas” en la parte de Maltrata.

Esperanza no se ha desprotegido: Segob

En cuanto a los elementos municipales que participaron en el ataque con la Guardia Nacional, éstos han presentado su renuncia.

Los uniformados habrían dimitido a su cargo este fin de semana según aseguró el secretario de gobernación, quien no habló de detenciones, pero indicó que las bajas no desprotegen al municipio debido a que la seguridad para la población está cubierta.

"Tenemos conocimiento que los policías municipales renunciaron. Hoy estará el presidente municipal de esperanza en una reunión en la Secretaría de Gobernación para determinar la situación", comentó.

En tanto, elementos de distintas corporaciones ya rondan en el municipio desde el primer día de marzo, cuando montaron un operativo que fue desaprobado por la población y que incluso motivó la suspensión de clases en algunos planteles educativos.

Se trata de una coordinación entre Policía Estatal y Guardia Nacional que se sitúa en las entradas y distintas locaciones de Esperanza como pudo observarse el pasado viernes, cuando incluso elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) acudieron para confiscar armamento y equipo de la policía municipal involucrada en el tiroteo.

Crímenes y atentados marcan inicio de año en Esperanza

La criminalidad en Esperanza se hizo presente desde los primeros días del año, siendo la ejecución de un masculino con arraigo domiciliario lo que inició la temporada cruenta.

Alrededor de 40 sujetos armados irrumpieron en un inmueble del municipio el 22 de enero para ejecutar a Julio César N., alias “El Gufy”, quien cumplía con arraigo domiciliario por los delitos de secuestro agravado y daño en propiedad ajena.

Derivado del ataque directo, el “Gufy” fue privado de la vida. Además, la SSP precisó que “para concretar el ataque, cuatro policías estatales fueron despojados de sus armas de cargo” y sometidos, además de resultar ilesos.

Casi un mes más tarde, el 13 de febrero, un explosivo fue arrojado hacia un cajero ubicado en el edificio que alberga el palacio municipal.

Tras la explosión, el miedo se alojó en pobladores y regidores que se encontraban en la sala de reuniones y oficinas, mismas que están ubicadas a un costado del cajero que fue atacado.

Dicha explosión estaría ligada con el hallazgo de cinco cuerpos embolsados en la carretera federal Azumbilla-El Seco, sitio ubicado a menos de 30 kilómetros de Esperanza.

Extraoficialmente, se habla de que el ataque habría servido como distractor para concluir el crimen y sembrar los cuerpos que fueron hallados el 14 de febrero.

El hallazgo, cabe decir, tuvo lugar a la altura de la entrada a la comunidad de Llano Grande y la zona de curvas conocida como la Herradura, lo que provocó un fuerte despliegue por parte de las autoridades de los tres niveles de Gobierno.

Para el 21 de febrero nuevamente el municipio de Esperanza se convirtió en nota nacional debido al aseguramiento de dos presuntos asaltantes de tráileres que se hacían pasar por agentes de la Guardia Nacional.

Los hampones fueron detenidos en la autopista Puebla-Orizaba, cuando intentaban despojar a un conductor a la altura de la caseta de Esperanza.

La madrugada del último día de febrero volvió a poner al municipio en el ojo nacional con el enfrentamiento entre municipales y federales.

Aquino Limón consideró que se trata de un tema complicado, pero en caso que el edil solicite el respaldo del estado, Segob podrá asumir el control de la seguridad. (EG).

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