La época de calor aumenta la popularidad de los alimentos del mar, sumado a la temporada religiosa en México con el inicio de la Cuaresma y la Semana Santa. Al ser los mariscos una opción bastante viable en esta temporada cabe tener en cuenta algunas precauciones debido a que la ingesta de estos alimentos también puede resultar dañina en algunos casos.

Por alimentos del mar o mariscos vamos a entender todo aquel animal marino invertebrado comestible, de acuerdo con la definición que ofrece el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, por lo que vamos a tomar en cuenta ejemplares como el camarón, almeja, langosta y algunos moluscos como pulpos o calamares.

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La peligrosidad que podría tener el comer mariscos radica en su modo de preparación, su toxicidad e incluso su correcta refrigeración. En caso de que pretendas añadirlos a tu dieta de esta temporada presta atención a las siguientes recomendaciones.

Riesgos de comer mariscos

Mariscos podrían aumentar el ácido úrico

El camarón y los mariscos frescos y enlatados podrían pasar altas cantidades de ácido úrico al cuerpo, sobre todo cuando se realiza una ingesta excesiva. Hay que tener en cuenta que el ácido úrico se trata de un ácido débil producido en el hígado, músculos, intestinos y riñones. El problema radica en que de producirse en grandes cantidades podría dar paso a padecimientos como la gota.

La enfermedad de gota es un tipo de artritis que provoca dolor e inflamación cuando demasiado ácido úrico se cristaliza y deposita en las articulaciones, donde provoca dolores agudos y otros padecimientos como enrojecimiento y sensibilidad.

Mariscos podrían abonar demasiado sodio

Nuevamente los camarones aparecen bajo la lupa debido a su alto contenido de sodio, aunque este elemento químico también puede encontrarse en otros alimentos.

La precaución en este caso se encuentra en su modo de preparación debido a que durante este proceso se les puede agregar una cantidad extra de sal, lo que provoca que aumente sus cantidades de sodio.

Las personas con dietas altas en sodio se encuentran más propensas a desarrollar padecimientos como presión sanguínea alta, además de que las altas cantidades de sodio son de las principales causas de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiovasculares.

Mariscos podrían contener mercurio

Algunos de los mariscos como las ostras y crustáceos son considerados como la principal fuente de mercurio, hallándose en alimentos como cangrejos y langostinos; el camarón también lo contiene en cantidades menores.

Ahora bien, la presencia de este mineral pesado puede afectar la salud si se acumula en grandes cantidades sobre todo en la sangre, ya que además de provocar el aumento en la presión arterial, problemas cardiacos e incluso afectaciones en el funcionamiento del sistema inmune, es dañino para las mujeres en gestación debido a que peligra el desarrollo cognitivo del feto.

Presencia de microplásticos en algunos mariscos

Los microplásticos se tratan de partículas menores a los 5mm; su pequeñez los hace casi imperceptibles. Pueden definirse como un grupo de materiales sintéticos hechos de polímeros derivados del petróleo o de base biológica.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva York realizaron una investigación con datos recabados del 2014 al 2020 en la cual determinaron que por cada gramo de moluscos se pueden encontrar hasta 10,5 microplásticos; algo similar ocurrió con los crustáceos, donde por cada gramo pudieron encontrar hasta 8,6 microplásticos.

Una vez que los microplásticos entran en contacto con el cuerpo humano mediante el consumo de mariscos contaminados, estos materiales sintéticos se descomponen en toxinas y sustancias que afectan el funcionamiento de algunos sistemas o alteran el funcionamiento de algunas hormonas.

Mariscos se asocian al riesgo de padecer cáncer

Otro de los riesgos en el consumo de mariscos se encuentra en su modo de preparación, ya que algunos de estos alimentos se fríen con el fin de mejorar su sabor. Lo que hay que tener en cuenta es que esta práctica de cocción puede ser dañina para la salud.

Cocer alimentos a altas temperaturas, así como freír pescados y mariscos, produce sustancias químicas conocidas como AHC, tales como aminas heterocíclicas, aldehídos, acroleína o hidrocarburos. Todas estas sustancias químicas son carcinógenas (es decir, pueden causar cáncer).

Mariscos también tienen beneficios

Mariscos y camarones son una opción de alimentación saludable debido a que contienen pocas grasas saturadas y aumentan los niveles de colesterol bueno, sustancia alojada en la sangre que reduce los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares.

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No se trata de desalentarte a comer mariscos, sino a que tomes en cuenta las recomendaciones para prevenir enfermedades o afectaciones a la salud. Sin embargo, también es importante recordar las bondades y beneficios para la salud que produce comer mariscos. Para ello cabe recordar la explicación que ofrece la Profeco en su revista del consumidor: “No existen alimentos ‘buenos’ o ‘malos’, únicamente hábitos alimenticios que nos benefician o nos perjudican”.