La zona metropolitana de Puebla cuenta con cinco estaciones de monitoreo atmosférico, de las cuales cuatro se encuentran en la capital del estado y que permiten calificar la calidad del aire, sin embargo, son pocas para la extensión que ocupa la mancha urbana, si bien ofrecen un panorama general del estado de aire y la salud en la ciudad, hay zonas que no cuentan con una estimación precisa.

Las estaciones hacen monitoreos de los contaminantes cada hora, no obstante, Francisco Javier Sánchez Ruiz, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la UPAEP, considera que las estaciones de monitoreo son insuficientes para la extensión del territorio y de los municipios.

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Pese a que el Gobierno de Estado y la Secretaría del Medio Ambiente ya hacen trabajar los aparatos de detección, estima que debería haber entre seis y 10 estaciones en función para obtener datos más precisos del estado del aire y sus repercusiones en la salud.

Las cinco estaciones se ubican en los siguientes puntos: el Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE), la Universidad Tecnológica de Puebla (UTP), la colonia Agua Santa, el Parque de las Ninfas y el Velódromo en Santa María Coronango.

Cabe mencionar que en los meses de julio y agosto casi no hubo monitoreo en dos estaciones debido a que se hallaban en mantenimiento, por lo que los reportes de toda la ciudad corrieron prácticamente a cargo de las dos unidades restantes.

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Calidad del aire en Puebla

Francisco Javier Sánchez Ruiz destacó que la calidad del aire en Puebla actualmente es regular, se requiere una gran participación de la ciudadanía en la verificación para tener un mayor control de las emisiones.

Indicó que el programa Hoy No Circula, aunque pueda resultar molesto para muchas personas, es una medida necesaria dada su capacidad para mejorar la calidad del aire en un tiempo corto, no obstante, este programa debe ser transitorio, a diferencia de la verificación vehicular que si es de carácter permanente.

El investigador señaló que en la temporada que abarca abril, mayo y junio es donde hay una peor calidad del aire, tirando de regular a mala; otro momento del año en el suele haber más emisiones es al principio del año debido a la tradición de encender fogatas, no solo por la emisión de CO2 sino porque a menudo la madera tiene pintura o esmalte.

A pesar del panorama relativamente negativo, el estado del aire es mejor que en años anteriores a la pandemia de covid 19; durante el 2019 la calidad del aire solía ser entre regular y mala, eventualmente en 2020 se redujeron sustancialmente debido al confinamiento, hasta este 2022 en el que aumentaron otra vez en la “Nueva Normalidad”.

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El clima y los eventos naturales también influyen en la calidad del aire, un ejemplo de ello es el volcán Popocatépetl, cuyas exhalaciones, aunque no suelen ser excesivas, sí son constantes; aunado a ello las corrientes de viento y las precipitaciones tienen injerencia en la dispersión de los contaminantes.

De acuerdo con la normatividad, si en un año se presentan de 100 a 120 días con calidad de aire mala, debe implementarse el programa Hoy No Circula en la entidad; hasta julio de 2022 se presentaron 31 días de aire malo, por lo que el año posiblemente cierre entre 60 y 80 días negativos, por ende, es preciso tomar medidas para mitigar el aumento.

¿Cómo mejorar la calidad del aire en Puebla?

Francisco Javier Sánchez Ruiz mencionó que en la verificación vehicular voluntaria solo participaba el 10 o el 15 por ciento de los propietarios de automóviles, por lo que el porcentaje de reducción de contaminantes era apenas del uno por ciento.

Con la verificación vehicular obligatoria, la verificación de unidades de transporte público y el programa Hoy No Circula, la mejora en la calidad podría llegar a un 35 o 40 por ciento, lo que propiciaría mejoras inmediatas en el medio ambiente y en la salud de los ciudadanos.