Al blanquiazul se le terminó el mal clima que arrastran desde la Jornada 2: Puebla le ganó 2-1 a Tigres para poner fin a una de las rachas de empates y desventuras más largas en la historia del futbol mexicano. 

A la casa del Puebla hubo que llegar puntuales para no perder el hilo de la acción. Tras el minuto de silencio rendido al fallecido padre de Carmelina Moscato (entrenadora de Tigres Femenil), la primera llegada al área terminó en gol de Martín Barragán. Apenas 19 segundos tuvieron que pasar para ver el séptimo tanto del delantero mexicano, ¡tomen todas y todos sus lugares!, que la fiesta en el Cuauhtémoc empezó temprano.

Los gritos de júbilo no tardaron en regresaron a la Angelópolis, pues al minuto 15, Barragán puso en la cuenta el 2-0. Ya habíamos mencionado en otras entregas que la afición poblana no tiene amnesia de goles, pero no recordaba a qué sabe la victoria. Sin embargo, se trató de un trago amargo obligado cuando el silbante invalidó la jugada por una posición adelantada.

Pero el cántico efusivo y las ganas de festejar no se las quitó nadie a Barragán. En un balón parado, la pelota llegó hasta al área para pasear un instante antes de hallar la cabeza del dorsal número 28, quien giró hacia su lado izquierdo para mandar la redonda a la zona más alejada de los defensores.

Inundado de suerte o dirigido por su pericia, pero Martín puso la segunda anotación tras 29 minutos de juego.

 GOLES,  FESTEJOS,  VECES QUE NOS HAS HECHO GRITAR CON EL ALMA (SERÍAN  PERO TE ME ADELANTASTE)

¡Vendrán más y todos los Enfranjados los gritaremos más y más fuerte! Eres un jefazo, Poteyo

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— Club Puebla (@ClubPueblaMX) September 17, 2022

La visita se metió al partido hasta el minuto 42. No es que no tuvieran llegadas o que no crearan peligro, sino que su definición no había sido la mejor.

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Tuvo que venir Samir de Souza en el balón parado, justo en el tiro de esquina, para ponerla inalcanzable a Antony Silva con un cabezazo que reajustó la pizarra en un 2-1, reflejando en buena parte algo de justicia ante las constantes aproximaciones de los felinos.

Antes del descanso Juan Pablo Vigón amenazó con un disparo que tampoco iba a alcanzar Antony, aunque para fortuna de los poblanos y de la afición presente en el estadio el balón fue caprichoso y decidió salir por un costado.

A resistir

En el inconsciente colectivo del aficionado poblano había existido solo una sola certeza desde hace ya varias jornadas: ir en ventaja en el marcador no significa una garantía de ningún tipo. Defender “el gane” de apenas un gol pareció una labor complicada en la segunda mitad, sobre todo porque Silva tuvo que estirarse al máximo hasta en tres ocasiones para evitar la caída de su arco.

Puebla no generó el mismo peligro que en el primer episodio. Las llegadas en conjunto fueron más escasas al depender de las individualidades para poner de pie a la tribuna camotera que se dio cita en el recinto.

El partido se trabó ante la poca acción de ambos conjuntos, lo que dio paso a una feria de expulsiones. Primero Luis Quiñones vio la tarjeta roja en una plancha aérea que significó su segundo cartón preventivo, mientras que Florian Thauvin se unió a las tarjetas de lamento con un golpe y patada sobre Gastón Silva.

Los últimos seis minutos supieron cardiacos y eternos, pero tras el silbido final al toda Puebla y Nicolás Larcamón les regresó el alma alcuerpo. ¡Primer triunfo para la Franja después de 12 partidos que hoy los tiene en el octavo lugar general con 19 puntos!

A los camoteros les restan dos finales más en casa antes de saber si accederán o no a la fase final del torneo. La Jornada 7 (pospuesta desde agosto pasado) llegará con Pumas visitando el Cuauhtémoc el próximo 23 de septiembre, para después cerrar ante América también en el coloso de la colonia Maravillas el 30 del mismo mes.

Foto: Agencia Enfoque