Continúa el anecdotario por parte de Mike Tyson al ahora revelar algunos detalles de su vida para 'The Pivot Podcast', una de ellas fue apartarse abruptamente de su vida sexual para poder ser campeón del mundo.

El pugilista que suele regresar en combates de exhibición relató que este despertar tuvo lugar cuando contaba con 17 años de edad y rápidamente desarrolló cierta adicción por esta práctica, aunque fue la disciplina impuesta por el deporte lo que le obligó a sacrificar esa parte de su vida para poder consagrarse en el cuadrilátero.

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“Tuve sexo por primera vez a los 16-17 años. Hasta esa edad solo me masturbaba. No tenía mujeres en ese momento, no había mujeres que me digan: ‘Oye, joven, ven aquí'. No había nadie que quisiera enseñarme, a los 13 años ya era un grandote en comparación con mis compañeros de clase”, señaló.

Para Mike era prioritario conseguir la faja que lo declarar campeón del mundo, motivo que ponía incluso por encima de la necesidad fisiológica para terminar abandonando por un largo muy lapso el mundo sexual.

“El cinturón de campeón era más importante que eso, así que sí, dejé de tener sexo por cinco años. Pero era un niño de 17, no sabía nada de las chicas, estaba asustado y siempre se burlaban de mí y me ponían apodos porque era muy grandote”, mencionó para 'The Pivot Podcast'.

El fruto de su sacrificio llegó un 22 de noviembre de 1986, fecha en que el pugilista estadunidense pudo proclamarse como el campeón más joven de la historia dentro de los pesos pesados. Con apenas 20 años de edad, cuatro meses y 21 días, noqueó a Trevor Berbick ante un recinto abarrotado de Las Vegas.

Su infancia, definitiva para su boxeo

Aunado a esto, el exboxeador recordó que su primera pelea –desde luego no contada como oficial– ocurrió cuando tenía solamente 11 años de edad, lo que tuvo lugar debido a que tocaron algo muy personal.

“La primera pelea en mi vida fue a los 11 años, habían matado a mi paloma. Pero no sabía pelear, ni siquiera sabía lo que estaba haciendo. Después de eso me encerraron en un lugar y conocí a un tipo que solía ser un entrenador. Él me presentó a alguien que resultó ser un gran entrenador, Cus D’Amato.

“En ese momento, cuando conocía a Cus, ya sabía que iba ser campeón del mundo. Desde que nací, siempre lo supe. Cuando lo logré, siempre quise más, más y más, quería que el mundo esté a mis pies”, puntualizó.

Foto: Twitter