Una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que la central de generación eléctrica Plutarco Elías Calles, la mayor productora de energía nacional para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está afectando la vida de los pobladores de Petacalco, Guerrero, así como a la flora y fauna local.

El 18 de noviembre de 1993 la CFE llegó a la localidad prometiendo empleos y mejoras, pues en ese momento la mayor parte de su población se dedicaba a pescar, cultivar o tener ganado, las cuales no se cumplieron ya que en la actualidad las fuentes de trabajo se agotan por la contaminación y sólo ocho de tres mil 400 habitantes trabajan en la planta.

De acuerdo con cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), con 15 mil 817 gigavatios por hora la central de Petacalco es la que más energía genera al año en todo el país. Sin embargo, diversas asociaciones han denunciado el enorme daño ambiental que causa.

En 2017 investigadores del Centro de Ciencias de la Tierra de la UNAM y de la Subdirección de Generación de la propia CFE dieron a conocer que, de las tres carboeléctricas que CFE tiene en el país, esta planta era la que registraba más emisiones de mercurio.

En 2019 Greenpeace reveló que la termoeléctrica ocupa el número 34 de más de 400 puntos críticos y fuentes de contaminación de dióxido de azufre a nivel mundial, pues en 2018 produjo hasta 204 kilotones de dióxido de azufre, el cual causa innumerables muertes en todo el mundo por contaminación del aire.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que exponerse al mercurio o la inhalación de su vapor puede causar daños en el sistema nervioso e inmunitario, así como en el aparato digestivo, además de los pulmones y riñones.

Planta mata a pobladores

Reportes de la Secretaría de Salud (SSa) en Petacalco señalan que de 2012 a 2020 casi un tercio de los fallecimientos fueron por enfermedades relacionadas a la contaminación ambiental que produce la planta, pues de 176 muertes en esos años, 56 corresponden a padecimientos vinculados con contaminación.

22 de ellas murieron por tumores y anemias o linfomas, 14 por padecimientos respiratorios, 11 por infartos cerebrales o enfermedades del sistema nervioso y nueve por padecimientos en el hígado o riñón.

De acuerdo con pobladores, el aire que se respira en las calles de la localidad pica la nariz, garganta y ojos. Quienes viven a unos pasos de las puertas de la central, cuentan que hay días en que el humo con olor a petróleo que sale de las chimeneas baja a ras de piso y es imposible respirar, por lo que deben encerrarse en un cuarto hasta que pase.

Mata a animales y plantas

Los pobladores no son los únicos afectados, diversas especies marinas también sufren las consecuencias. Peces como laúd, negra y golfina son atrapadas en rejillas de la planta eléctrica y luego jaladas con rastrillos que les cercenan los miembros; otras quedan varadas bajo el sol por días y mueren deshidratadas.

Las tortugas marinas que llegan desde el océano Pacífico y nadan por el Río Balsas son arrastradas hacia su muerte por un canal artificial abierto por la CFE para utilizar agua en el proceso de enfriamiento. Pobladores y ambientalistas han documentado la muerte de hasta 76 tortugas en un sólo día.

Además, señalan que el personal de CFE llega con grúas o camiones para recoger a los animales, aunque estén vivos, y los llevan a un tiradero dentro de la planta, en donde los cubren con tierra y zacate.

A esto se suman las miles de sardinas que aparecieron muertas y esparcidas en las playas de Petacalco a inicios de 2022. Un estudio que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guerrero mandó a hacer reveló que la muerte masiva fue resultado de “la pesca incidental en la zona” y no por la contaminación de la planta.

Los pescadores, muchos ya en la tercera edad, cuentan que antes de que las chimeneas comenzaran a funcionar, sacaban hasta una tonelada de peces en un día a pocos kilómetros de la playa, mientras que ahora deben navegar más de 30 kilómetros y dejar sus redes un día o dos para atrapar un par de peces.

Explicaron que el motivo es que la CFE vierte sus desechos al mar por un canal de descarga, los cuales están muy calientes y produce un humo cuando las olas rompen con el mar, dicha agua al tocar la piel provoca que se enrojezca y duela; en algunas personas deja por algún tiempo manchas rojas que arden.

El humo que sale de las chimeneas de las siete unidades de generación eléctrica que trabajan día y noche, también afecta los cultivos de limón, coco, sandía, plátano y otros frutos que suelen estar cubiertos por las cenizas que caen con las emisiones de la planta.

Las frutas no se pueden comer, pues tienen como pequeñas quemaduras y en algunos casos al cortarlas están negras por dentro, lo que hace que el cultivo ya no sea sostenible para los pobladores.