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Ons Jabeur, primera mujer árabe en semifinales de un Major

  • Edwin García
La tenista tunecina alcanzó la antesala de Wimbledon el pasado martes, colocándose a un solo partido de la gloria en los Grand Slam
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La historia que la tunecina Ons Jabeur, N° 2 del mundo, escribe en Wimbledon es completamente de antología. El pasado martes se convirtió en la primera jugadora proveniente del continente africano en 25 años que alcanza las semifinales de un torneo de Grand Slam, todo desde que la sudafricana Amanda Coetzer, en 1997, llegó a la misma instancia al derrotar a la checa Marie Bouzkova por 3-6, 6-1 y 6-1.

Jabeur tiene 27 años de edad y ya fue la primera jugadora árabe en alcanzar los cuartos de final de un Grand Slam cuando disputó el Abierto de Australia en 2020, aunque ahora se medirá este jueves ante la alemana Tatjana Maria por un puesto en la final. Todo esto parece toda una hazaña si tomamos en cuenta que hasta no hace mucho luchaba por alcanzar la segunda o tercera ronda de algún torneo remoto.

“Estoy muy, muy feliz, sobre todo porque pasó en esta pista que adoro”, dijo la tunecina al término de su partido que duró 1 hora y 47 minutos en el court central. "Sabía que ella me haría trabajar en cada punto y estoy contenta de haberme despertado en el segundo set y después de haber jugado muy bien en el tercero", agregó.

Acerca de su próxima rival, el último compromiso antes de la gloria, dijo que espera ansiosa el juego debido a que se medirá ante una vieja amiga: “Tatjana, la quiero, es una gran amiga... ¡mi compañera de barbacoa!”.

Ons es apenas la cuarta jugadora africana que llega hasta las semifinales de un torneo de Grand Slam en la era abierta. Antes de ella también los consiguieron las sudafricanas Annette du Plooy (Roland Garros 1968), Yvonne Vermaak (Wimbledon 1983) y Amanda Coetzer (Abierto de Australia 1996 y 1997, Roland Garros 1997).

No obstante, Jabeur es la primera jugadora árabe que alcanza una semifinal de los torneos grandes: “No importa quién venga, voy a seguir peleando hasta el final porque realmente quiero el título”.

 

Un poco de ella

Su nacimiento ocurrió Ksar Hellal, una pequeña ciudad de apenas 50 mil habitantes, próxima al Mar Mediterráneo. Inició en el tenis desde los tres años y su destreza quedó evidenciada al ser campeona juvenil de Roland Garros en 2011, aunque le costó hacerse lugar en la élite profesional. Ahora cuenta con tres títulos; dos sobre hierba.

Hace apenas unas semanas fue la jugadora que eligió Serena Williams como compañera de dobles en el tour inglés sobre césped, en su regreso a la actividad. En el Torneo de Eastbourne llegaron incluso hasta las semifinales, aunque tuvieron que retirarse debido a que Ons presentó molestias y no quiso arriesgar de más ante la proximidad de Wimbledon.

“Trato de no juzgar demasiado al resto de jugadores, este deporte es muy frustrante, tienes que aprender a manejar tus nervios durante los partidos. Yo soy alguien que disfruta mucho en la vida, la carrera del tenista es demasiado corta, así que intento cuidar mucho mi carácter, quizá por eso la gente habla así de mí. Ahora tal vez esté teniendo éxito, pero igual en unos años ya no lo tengo. Ahí la gente probablemente se olvide de mí y empezará a pensar en otras jugadoras. A mí me encanta hablar con la gente, interactuar con las más jóvenes, todas son muy agradables. Ya sabes, después del tenis la vida sigue”, dijo en una charla con The Guardian.

 

¿Existe presión extra para ella?

“Me veo como alguien que está en una misión. Me digo a mí misma que yo he elegido el lugar en el que estoy. Digamos que elegí inspirar a la gente. Elegí ser la persona que soy hoy en día. Tal vez alguna chica esté viendo la televisión y quiera estar algún día en mi lugar. Quiero enviarles un mensaje: si yo he podido, otras pueden. Quiero compartir todas mis vivencias algún día y conseguir que más y más generaciones jueguen al tenis. Así pues, no veo nada de esto como una carga, lo veo como un placer y una responsabilidad. Es parte de mi trabajo y es un motivo por el que juego al tenis”, dijo una Jabeur que te puede hablar en árabe, inglés, francés y algo de ruso.

“Con todos los jugadores vestidos de blanco y los aficionados tan elegantemente vestidos, Wimbledon me recuerda a una boda. Me encanta la historia y las tradiciones, como el kit completamente blanco y todos comiendo frutillas, es simplemente increíble”, concluyó, alegre.

Foto: Twitter

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