Familiares de personas privadas de la libertad en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, de la ciudad de Puebla, denunciaron que, por falta y condicionamiento de comida y agua, internos tienen que hervir agua tratada para saciar su sed.

Esta situación fue reportada por los propios reos, quienes pidieron a sus familiares hacer algo al respecto.

“No están dejando que entren los proveedores, hay reclusos que hacen todo lo posible por ganarse unos centavos y comprarse cualquier cosa para comer durante el día, pero ahora que no hay nada adentro, ¿qué hacemos? Les exigen ir al rancho, pero solo hay comida para 400 o 500 reclusos, ¿saben cuántos hay hoy en día en San Miguel?”, señala la denuncia pública difundida en redes sociales por familiares de personas presas.

Uno de los denunciantes explicó que ya se formó una comitiva que intentó hablar con la directora del penal, María del Rayo Mendoza Farfán, pero esta se negó a recibirlos: “esto ya se salió de control y en mi caso soy capaz de reclamar”.

“Por culpa de gente ambiciosa estamos así. Sí, sé que es parte de familiares y reclusos, pero también de parte de sus guardias corruptos. Hay gente que sí se preocupa por el bienestar de ellos (los reos), sabemos que el tiempo ahí no es fácil, pero tampoco para dejarlos comer comida podrida o agua tratada”, lamentaron.

Desde el pasado 21 de marzo en páginas de Facebook se dio a conocer la escasez de productos básicos, como tortillas, pan, huevo y carne en San Miguel. Este desabasto se le atribuyó a Erick Sosa, interno ligado a la Unión Tepito, que supuestamente quitó las concesiones a las tiendas ubicadas en el patio. 

“Todo eso es porque Sosa dio la orden de que quiten las concesiones de las tienditas, también no permitieron que entraran a surtir la coca y los cigarros. Imaginen que no hay el acceso a los familiares al 100 por ciento y a esto le sumamos el bloqueo y desabasto”, alertó otro denunciante.

e-consulta habló con representantes de organizaciones civiles que se pronunciaron al respecto por el caso del bebé Tadeo y, aunque se dijeron preocupadas por la escasez de alimentos y bebidas, mencionaron que por el momento no emitirán alguna postura para evitar que se tomen represalias con los internos por quejarse.