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Feminismo: del derecho al voto a la abolición del término mujer

  • Fernanda Potenciano
Las leyes protegen a las mujeres pero siguen padeciendo desigualdad, violencia y discriminación
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A lo largo de la historia las mujeres han logrado ser reconocidas ante la ley como sujetos iguales que los hombres, pero en la realidad siguen siendo objeto de marginacióndiscriminación y violencia.

La doctora en Sociología, Josefina Manjarrez Rosas, repasó las olas que el feminismo ha experimentado a lo largo de la historia, que van desde exigir el derecho al voto hasta la abolición del término mujer por su historia de marginación.

Las olas del feminismo y su evolución

El feminismo data del siglo XVIII, desde que la Revolución Francesa en su consigna de Libertad, Igualdad y Fraternidad nunca incluyó a las mujeres.

Fue en la época de la ilustración cuando surgieron los primeros cuestionamientos sobre ideología sexual.

Posteriormente, las mujeres comenzaron a participar en movimientos sociales y obreros y con el movimiento sufragista del siglo XIX, el feminismo se convirtió en un movimiento social y surgió su primera ola, explicó Manjarrez Rosas.

Se dio el cambio de paradigma y las mujeres participaron en movimientos sociales y obreros y comenzaron a tener otras profesiones como enfermeras y periodistas.

Fue en este mismo siglo que tuvo origen la conmemoración del 8 de marzo como el día internacional de la mujer, cuando en 1857 trabajadoras textiles protestaron para exigir jornadas laborales justas y en donde más de 120 trabajadoras terminaron incendiadas al interior de la fábrica.

En su segunda ola, desde los años 60 a los 80, el feminismo buscó la igualdad efectiva, ya que pese a que en la ley las mujeres ya habían logrado tener derechos, seguían jugando un papel complementario socialmente.

Hay una tercera ola, en la que surgió la liberación femenina, que exigió derechos reproductivos, la eliminación de la violencia y el derecho al aborto y tiene su origen a partir de los 90, aproximadamente

La cuarta ola, el feminismo actual

En la actualidad estamos experimentando la cuarta ola del feminismo, en la que han surgido corrientes de feminismo y se habla de feminismo blanco, feminismo indígena, feminismo africano, etc., que obedecen a la necesidad de incluir a todas las mujeres, afirmó Manjarrez Rosas.

En esta cuarta ola, las mujeres siguen sin ser iguales a los hombres; la violencia y la discriminación son latentes y México sigue siendo uno de los países más peligros para ser mujer, por lo que la experta dijo que se comenzó a cuestionar el mismo término  “mujer” y la carga social que implica.

En esta ola no solo se incluye a las mujeres de diferentes etnias, clases sociales y nacionalidades sino que también tiene su encuentro con el movimiento LGBTQ+.

La socióloga explicó que en esta ola surgieron choques separatistas y se crearon corrientes de feminismos radicales y los que diferencian por clase social o etnia.

Al ser el sujeto de estudio del feminismo, las mujeres se analizan desde la desigualdad y la marginación, pues es el término y la carga social de éste el que hizo a las mujeres inicialmente diferentes a los hombres.

En palabras de la doctora en sociología, el feminismo actual busca redefinir el término o eliminarlo por la carga social que conlleva, ya que si el sujeto de estudio no ha cambiado y sigue siendo un ente históricamente marginado, el feminismo no podrá evolucionar.

Los retos que enfrentan solo las mujeres

En materia de migración, la doctora explicó que a pesar de ser las mujeres aproximadamente el 45 por ciento del movimiento migratorio mexicano y de Latinoamérica, sus movimientos migratorios- y logros- han sido opacados por la visión androcentrista masculina.  

Muchas mujeres en México y Puebla llevan a cabo migración de huida, pues en sus núcleos familiares sufren violencia de todo tipo y la migración termina por ser su única alternativa.

Lamentablemente, las mujeres tienen migraciones más peligrosas que las que tienen los hombres, pues se enfrentan a un problema inicial de salida, muchas veces por extrema vigilancia de la familia y también a problemas económicos.

Y lamentó la experta que, al no ser una migración legal, muchas de las mujeres enfrenten violencia sexual.

Incluso en plena cuarta ola feminista, las mujeres se enfrentan al problema de la brecha salarial, pues se cree que el hombre al ser proveedor, debe obtener un empleo mejor pagado.

A los hombres no se les exigen pruebas de embarazo como a las mujeres. Muchas veces se solicita que sean solteras; les cuesta más acceder al mundo laboral y no se hable del acoso sexual que viven en el trabajo.

Las mujeres tampoco llegan fácilmente a las universidades, pues si bien ha aumentado la matrícula, en su mayoría son carreras relacionadas a las humanidades y la matriculación para doctorados es aún muy baja.

En materia de paridad política, Josefina Manjarrez, lamentó que de no existir las políticas 50 por ciento mujeres, 50 por ciento hombres, probablemente las mujeres no estarían representadas en estos ámbitos.

La realidad es que siguen sub representadas, pues no son mujeres las que ostentan puestos de poder en el gobierno, en las empresas ni en los sindicatos y dijo que muchas veces las mujeres se masculinizan para poder ser vistas como figuras de poder.

La experta concluyó con lo que llamó “el techo de cristal”, que se trata de las inseguridades autoimpuestas de las mujeres al no creerse capaces de acceder a puestos de poder o a lograr las metas que se plantean.

Josefina Manjarrez Rosas es profesora-investigadora en la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP y actualmente coordina el Centro de Estudios de Género de la misma unidad académica.

Se tituló como Maestra en Historia y Doctora en Sociología por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP. Su línea primordial de investigación es la migración de mujeres mexicanas y centroamericanas hacia Estados Unidos desde un enfoque de género y de la historia de género.

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