• Universidades

Sigue plantón en la UDLAP; alumnos reciben amenazas

  • Mariana Salinas
La inédita marcha del fin de semana da energía a estudiantes en su demanda de que les devuelvan el campus
.

“No es el nombre, no es si -el instituto- privado o público es que somos jóvenes que de manera pacífica estamos exigiendo nuestros derechos”, dice David, alumno y vocero de los colectivos que demandan devolver el campus de la UDLAP a las autoridades encabezadas por la rectora Cecilia Anaya Berrios.

Los estudiantes de la UDLAP, apoyados por estudiantes de otras universidades han tomado la entrada del campus. Se ven carpas, estudiantes sentados en la banqueta tomando clases, recolectando víveres, apoyándose en la esperanza de regreso a clases.

Quienes conocen las calles de Puebla han visto miles de marchas, como las de agrupaciones ambulantes y en su momento de izquierdistas, marchas políticas y otras de choque.

Esta protesta, como los nuevos movimientos, es genuina, no hay acarreados, no hay intereses particulares o protagonismo y logró sumar  a  universitarios  de Upaep, Anáhuac y el Tecnológico de Monterrey,

“Los que ven a veces piensan que somos riquillos pero la realidad es que la mayoría somos becados con mínimo del 50 por ciento”, explica Fabricio.

El derecho a la educación los impulsó realizar una inédita marcha de casi 12 kilómetros, desde el campus hasta el Zócalo de Puebla, el pasado viernes.

“Yo creo que el apoyo no solo es de instituciones privadas, también tenemos el apoyo de públicas y la verdad yo creo que nadie creía que la comunidad UDLAP tendría una convocatoria de esa magnitud”, comentó David.

Con asombro, reunieron a miles de estudiantes, como mexicanos denunciaron la injusticia, exigieron en las calles certidumbre para su futuro educativo. No esperaban que sus ganas de estudiar los llevaría hasta este momento.

“Estamos exigiendo justicia, nuestro derecho que está en la Constitución, la educación. Que se cumpla la liberación del Campus”, exigen.

A su paso recibieron demostraciones de apoyo, cláxones sonando, incluso restaurantes prepararon a su paso estaciones de agua y alimentos.

Pero detrás de eso y los cierres viales, también surgieron comentarios de enfado. En redes sociales y en la calle criticaron los “privilegios” que en apariencia gozan los alumnos de la universidad privada, aunque cerca del 80 por ciento de los estudiantes cuenta con una beca académica o institucional para solventar su permanencia por lo que la afectación es más grande de lo que muestran las apariencias.

Amenazas incógnitas a estudiantes

De su movimiento pacífico la fuerza de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado de Puebla se ha mantenido al margen.

Y es que no han dado motivos al gobierno para intentar reprimir su manifestación que hasta el momento se reduce a cierres viales y un campamento frente a la entrada de la UDLAP.

“Se vive un ambiente tranquilo, estamos bien organizados. Vamos con la misma bandera del verde y anaranjado en una misma causa. Tenemos el apoyo de padres de familia y docentes, es un ambiente tranquilo y seguro en el que se le regresa la vida que se arrebató al campus”, explican los alumnos.

Pese al buen ambiente, los alumnos de forma inexplicable han comenzado a recibir amenazas telefónicas y a través de redes sociales para presionarlos e intentar que los alumnos desistan de su protesta.

“Hemos recibido muchísimas amenazas como llamadas por parte de gente anónima. No hemos tenido amenazas directas del gobierno pero algunos nos agreden, hemos tenido compañeras que las acosan por redes sociales”, explica Fabricio.

Pese a las circunstancias, los alumnos aseveran que no desistirán y aseguran que estas amenazas no tendrán eco en sus convicciones para liberar y entrar al campus a continuar con sus estudios.

Actividades y campamento

Con sus propios medios y poco a poco, lograron instalar un campamento permanente para mantener la presión. La noche de este sábado 15 alumnos se quedaron en vela para seguir insistiendo.

“Toda la comunidad estamos formando como un cochinito, cada quién aporta con lo que puede”, describen los estudiantes que incluso han recibido apoyo de los restaurantes aledaños al campus.

Sin descanso aseguran que no solo quieren ver las puertas abiertas, quieren la entrega legal y el inicio formal de clases presenciales.

“No solo es abrir la puerta, e invitarnos a pasar, es entregar el campus de manera formal y legal”, exigen.

Preocupados por su comunidad, a las afueras del campus han organizado actividades, foros y grupos de estudio que para ellos es una forma de revivir las instalaciones que se encuentran en abandono.

Foto Agencia Enfoque

Tags: 

Comentarios de Facebook: