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Juegos de Invierno llegan en medio de confinamiento masivo en China

  • Edwin García
Los brotes por coronavirus en distintas ciudades han obligado a las autoridades a tomar medidas más estrictas de prevención
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Los Juegos Olímpicos de Invierno se encuentran a tan solo días de dar inicio en la ciudad china de Beijing, donde precisamente se enfrentan a varios brotes de coronavirus en al menos cinco ciudades.

La variante Ómicron ha resultado un dolor de cabeza para la organización de la justa debido que impulsa brotes más cercanos a la capital, situación que obligó a Beijing a redoblar su política de tolerancia cero contra el virus.

Bajo el confinamiento

La sumatoria arroja que alrededor de 20 millones de personas en todo el país se encuentran bajo alguna forma de confinamiento, pues la gran mayoría de ellas no pueden salir de sus residencias. Tianjin, por ejemplo, ciudad ubicada a solo a una hora de Beijing, se mantiene en alerta con todo y que evitó una cuarentena completa como la decretada en Xi’an, ciudad que alberga a 14 millones de personas.

En lugar de esto, optaron por aislar áreas residenciales y universidades, así como cancelar la mayoría de los vuelos, suspender servicios de tren de alta velocidad y cerrar autopistas. En caso de que la gente decidiera abandonar la ciudad debía presentar una prueba negativa de covid-19 y obtener un permiso especial.

Recién el pasado miércoles, la ciudad realizó una segunda ronda de pruebas masivas para sus 14 millones de habitantes, a quienes pidió que se quedaran en casa hasta recibir un resultado negativo. Sin embargo, las restricciones entre la población en Tianjin eran relativamente laxas.

“Todo va bien, los supermercados y restaurantes, se puede ir a todo con normalidad”, señaló Yu Xuan, trabajador de una universidad en Tianjin.

Las medidas se endurecen en Xi’an, al oeste, así como en varias ciudades de la provincia de Henan, lo que provocó quejas de personas que se encontraban recluidas en sus apartamentos al señalar que se estaban quedando sin comida.

La política de China ha sido firme casi desde el inicio de la pandemia, pues comenzó con la medida de aislar a 11 millones de personas de la ciudad central de Wuhan, donde se detectó primero el virus, junto con otras partes de la provincia de Hubei en enero de 2020.

Por su lado, Beijing (sede de los Juegos de invierno) ha optado por combatir los brotes locales con cuarentenas, estrictos controles de fronteras y rastreo de contactos, con la ayuda de una vigilancia digital redoblada. Dichas medidas han impedido por ahora un brote nacional, donde la tasa de vacunación supera el 85 por ciento.

La previsión es que las justas olímpicas arranquen el 4 de febrero y el personal de apoyo ya está llegando a la ciudad, por lo que la tarea de mantener el virus “controlado” se ha vuelto todavía más crucial. Una de las cuestiones fundamentales será si las salvaguardas de Beijing serán suficientes ante la variante Ómicron.

Cifras alarmantes

Solo este jueves, China reportó 124 contagios locales, entre los que se incluyen 76 en la provincia de Henan y 41 en Tianjin. Las autoridades han reportado un total de 104 mil 379 casos, de los cuales 3 mil 460 se encuentran activos y 4 mil 636 han sido muertes, una cifra que no ha cambiado en meses.

Que China “carezca” de grandes brotes quiere decir que la población cuenta únicamente con la protección de las vacunas, mas no de anticuerpos producidos por infecciones previas, como indicó la doctora Vineeta Bal, una destacada inmunóloga india.

“Los Juegos Olímpicos serían la primera prueba”, dijo Bal, que señaló que Ómicron “puede viajar fácilmente a China”.

Una nueva estrategia

Distinto a la burbuja que se empleó en los Juegos de Tokio, en Beijing no podrá haber contacto entre las personas que están implicadas en las competiciones y el mundo exterior.

Tanto funcionarios, como deportistas, empleados y periodistas deberán viajar entre hoteles y recintos deportivos en vehículos que ya están designados, en lo que se ha descrito como un sistema de circuito cerrado.

Esto también quiere decir que las y los ciudadanos chinos tendrán que hacer tres semanas de cuarentena para abandonar la burbuja, además de que la basura deberá procesarse por separado.

Si las medidas pueden aplicarse de forma estricta, deberían impedir la expansión del virus dentro de la burbuja, destacó Kei Saito, virólogo de la Universidad de Tokio. No obstante, la cuestión cambia fuera.

“Ómicron es de tres a cuatro veces más contagiosa que delta”, dijo Saito. “Creo que es casi imposible controlar la expansión de ómicron”.

Estos juegos que han tenido de todo sin siquiera comenzar, desde estragos de la pandemia y controversias como un boicot diplomático a la justa liderado por Estados Unidos, los organizadores están decididos a que el evento siga adelante.

“El mundo mira a China, y China está preparada”, dijo el presidente de China y líder del Partido Comunista chino, Xi Jinping, durante una gira de inspección de los recintos olímpicos la semana pasada.

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