• Seguridad

Cobro de piso y robo a negocio son otro lastre de Xochimeahuacán

  • Alberto Montero
Vecinos ubican a “El Callo” como operador de la extorsión y asaltos a negocios para intimidar a comerciantes
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Además de las tomas clandestinas por el robo de combustible, vecinos de la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán, en Puebla capital, deben enfrentarse a otros problemas: los robos a negocios y el cobro de derecho de piso, que ha derivado en asesinatos y la huida de familias.

Manuel, a quien así llamaremos por seguridad, cuenta que “La Reyna”, “El Pedrote”, “El Güero" y “El Poseído”, son los principales operadores de “El Callo”, presunto líder huachicolero que huyó de la zona tras la explosión del domingo, aunque su familia aún se encuentra ahí.

“El Callo” y su grupo no solo operan el robo de hidrocarburos, sino también otros delitos que aquejan a la junta auxiliar, principalmente el cobro de piso y los asaltos para someter a propietarios de negocios.

El cobro de piso ha derivado en la pérdida de vidas, pues dueños de negocios son extorsionados para pagar cifras que varían según el tamaño y giro del establecimiento comercial, así que las cantidades pueden ir de los 5 mil hasta los 50 mil pesos mensuales.

De acuerdo con Manuel, que conoce de la operación criminal en la zona, locatarios reciben dos advertencias por parte de los delincuentes para que accedan a dar su “cooperación”.

El tercer aviso, en el mejor de los casos, es acompañado de golpes, pero en el peor, se paga con la muerte, tal y como sucedió el 20 de febrero de 2020, cuando sujetos armados robaron una camioneta, privaron de la libertad a una adolescente y abrieron fuego contra una tortillería ubicada cerca de la Secundaria Técnica número 44, y mataron a una de las hijas de los dueños del establecimiento.

Según lo declarado por los propios padres de la víctima, todo se debía al cobro de piso, ya que se negaron a pagar 30 millones de pesos como exigía el grupo criminal.

A raíz del ataque, la tortillería cerró y los propietarios tuvieron que abandonar su hogar y, así como ellos, otros comerciantes también decidieron cerrar sus negocios y dejar sus viviendas.

El 4 de septiembre de 2020, un hombre de 72 años de edad, dueño de la panadería “Cemiplus”, fue asesinado en un intento de secuestro a manos de sujetos armados que previamente habían intentado extorsionarlo y cobrarle derecho de piso; durante los hechos dos de sus trabajadores también resultaron lesionados.

Los asaltos a comercio también han manchado con sangre la reputación de la junta auxiliar, ya que el 16 de junio de 2020, Cristopher, estudiante de la licenciatura de Odontología en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), fue asesinado por tres sujetos encapuchados, quienes irrumpieron en la taquería “La Michoacana” para apoderarse de la cuenta del día.

Tras este hecho su familia también abandonó la localidad, misma que ahora también ha servido de tiradero de cadáveres.

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