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El día que Yordi Rosado suplicó por su vida

  • Redacción
Relató que hace unos años acudió a una conferencia en Sinaloa y que después del evento el empresario lo invitó a cenar.
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Uno de los conductores que están teniendo gran éxito en YouTube es Yordi Rosado y en Miembros al Aire relató un momento difícil en su vida.

El conductor habló del momento en que suplicó por su vida, esto luego de que unas personas lo estaban esperando afuera del lugar en donde se encontraban y al menos uno de ellos estaba armado.

Yordi relató que hace unos años acudió a una conferencia en Sinaloa y que después del evento el empresario lo invitó a cenar.

“Hace unos años. Voy a dar una conferencia y termino muy cansado. Estábamos en una parte de la República y me dice el empresario: ‘Vamos a cenar’. Fuimos a un lugar donde es cena y hay como fiesta”, relató el exconductor de Otro Rollo.

“Nos sentamos, estoy cenando, se paran varias personas para un autógrafo y empiezo a dar unas fotos. De repente estoy parado y al lado oigo un güey que me dice: ‘¡Yordi, qué pedo!’. Se me deja venir ya jarra y me dice: ‘Yo te adoro, me encantas’. De esas veces que te están diciendo y no sabes si es en serio o te están molestando”, recordó el conductor.

“O sea, estoy tranquilo, pero ya me avientas y me prendo cañón”, fueron las palabras de Yordi, en un previo al problema en que se vio inmerso.

“Sigo dando autógrafos y otra vez el güey se me vuelve a aventar, además me agarraba del cuello. Y a la tercera se sube arriba de una periquera. (…) En el momento en que cae yo estaba enojadísimo y en lugar de recibirlo, me muevo, lo agarro de la cabeza y lo aviento contra el piso. Se cae y entonces llegan los de seguridad, llegan sus brothers y los de seguridad lo sacan a él y a sus amigos”, contó el comunicador.

Pero el problema trascendió a un punto que Yordi no se imaginó, porque le informaron que el joven lo estaba esperando afuera.

“En ese momento me acuerdo que estaba en Culiacán. Me dicen: 'No hay puerta por atrás. Está en una troca esperándote y dice que no se va a ir hasta que bajes, y está armado'”, sigue el relato.

Luego de esperar tres horas en el lugar, el comunicador decidió salir y rogar que le perdonaran la ofensa.

“Claro que me dio miedo, ya era papá. Ya las 4:30 de la mañana dije: ‘Ya me voy’. Salí, puse las manos juntas, me bajé casi hincado y desde arriba le dije: ‘Perdóname, soy un pendejo’. Fui bajando: ‘Discúlpame, estaba borrachísimo’. Me acerqué y me dice: ‘No hay pedo, quédate a chingarte unas chelas conmigo’ y me quedé como una hora en la troca chingándome unas cervezas con ellos, pero no me mataron”, relató Rosado.

 

 

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