Roxana Maracineanu, ministra francesa de deportes, consideró que con los incidentes registrados el pasado domingo en el campo del Niza, que terminaron con la suspensión del encuentro ante el Olympique de Marsella tras una invasión del campo, "se ha superado una línea roja" y advirtió que buscará las sanciones pertinentes.

Mediante algunas declaraciones ofrecidas a los medios de comunicación este lunes, Maracineanu subrayó que lo ocurrido en Niza se trata de "un insulto" para el futbol y para las y los aficionados. Roxana explicó que la Fiscalía de Niza ya abrió una investigación a partir de la cual se espera que "la justicia podrá continuar serenamente su trabajo" para identificar a los culpables.

Por otro lado, la Liga de Fútbol Profesional inició su propia investigación y han convocado al Olympique de Marsella y al OGZ Niza para sostener una reunión con la Comisión de Disciplina que el próximo miércoles analizará los incidentes, mismos que en un comunicado calificaron como "graves".

La ministra aseveró que confía en que "habrá sanciones para los que sean designados como responsables" y que estarán "a la altura" de lo sucedido.

Algunos seguidores ultras de la tribuna sur del estadio de Niza lanzaron botellas de plástico a los jugadores del OM hasta que una de ellas impactó en el internacional francés Dimitri Payet, quien la envió de vuelta a la tribuna. Fue a partir de ahí que numerosos aficionados locales saltaron al terreno de juego con la intención de agredir a los jugadores del Marsella, logrando superar los esfuerzos del personal de seguridad para contenerlos.

Ahhh, extrañaba el fútbol con público! Hermoso bardito en el Olympique de Marsella y Niza. Incluye botellazos e invasión de cancha! pic.twitter.com/Yc49cIAzXw

— Nahuel Lanzón (@nahuelzn) August 22, 2021

Jugadores y personal de ambos equipos se vieron implicados en la refriega y el partido se tuvo que suspender durante noventa minutos. El marcador en ese momento era de 1-0 en favor del Niza.

Finalmente, LFP decidió que se reanudara el partido, pero los jugadores del OM (respaldados por su presidente, el español Pablo Longoria) decidieron no volver ya que consideraban que su seguridad no estaba garantizada.

Maracineanu dijo entender que el Marsella no quisiera volver al terreno de juego: "si los jugadores se sintieron en peligro [...] hicieron bien".

En principio, la LFP debería declarar perdedor del encuentro al Marsella por haberse negado a continuar.

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