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Inglaterra vs Italia, la final de la Eurocopa 2020

  • Edwin García
Los ingleses jugarán su primera final en Wembley ante unos italianos que terminaron el torneo con paso perfecto
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El estadio de Wembley fue sede para la segunda semifinal de la Eurocopa disputada entre Inglaterra y Dinamarca, donde los locales salían como claros favoritos para enfrentar a Italia en la Gran Final que se jugará en el mismo recinto. Para esta ocasión que el futbol volvió a casa, los años de sinsabores, eliminaciones y decepciones de Inglaterra se esfumaron en Wembley.

El Football's coming home, versos que se hicieron himno desde hace 25 años y que canta las derrotas inglesas, retumbó en señal de victoria, pues Inglaterra disputará ante Italia la primera final de una Eurocopa de su historia. La segunda de un gran torneo desde el Mundial de 1966 que ganaron precisamente en Wembley, donde necesitaron de la prórroga y de un penalti polémico para lograrlo.

La Euro había sido un torneo para Inglaterra al jugar en casa y sólo ir de excursión a Roma, de donde volvieron cargados de energía y con unas semifinales. Aunque Wembley era del terreno ideal, Dinamarca se encargó de llenarlo de topes al querer protagonismo y, finalmente, conseguirlo.

El primer gol encajado por Dinamarca llegó de forma inusitada con una falta lejana que Mikkel Damsgaard convirtió en un verdadero proyectil. El mediapunta de Sampdoria clavó desde lejos el esférico en la red inglesa y rompió todo pronóstico al, incluso, entrar en sustitución de Eriksen: Wembley silenció.

A Inglaterra le llegaron todas las dudas que habían logrado enterrar durante la Euro, pero un golpe de suerte les devolvió la fe. Más específicamente, la pierna ‘salvadora’ de Simon Thorup Kjær llegó para despertar a una afición discreta que con el autogol se levantó de la butaca para volver a soñar. Un pase en profundidad que Saka regaló a Sterling hizo vibrar a los hinchas, pero Kjær le robó el momento metiéndolo en su propia portería para el 1-1.

 

El show del meta

Aunque Inglaterra trató de reaccionar rápido, se toparon con Kasper Schmeichel. El portero del Leicester se sintió cómodo en Wembley al atormentar tanto como lo hace en la Premier League. Kasper sacó con una parada de balonmano antes del 1-1 que era el gol de Sterling. Evitó el tanto de Maguire, un cabezón durante toda la noche, con una estirada imposible, además de desbaratar un centro envenenado de Mount.

El físico de Inglaterra terminó por encoger a una Dinamarca que resistió hasta la prórroga. Ya en el tiempo extra, Wembley se les vino encima a los daneses con el despertar de los Three Lions, por lo que el duelo se redujo al mano a mano entre Harry Kane y Schmeichel con un riguroso penalti.

Sterling cayó entre Maehle y Jensen y Makkelie se fue a los 11 metros. El meta danés logró frenar a Kane en el disparo, pero no a su rechace, lo que les valió para irse al 2-1 en ventaja.

De inmediato, Dinamarca buscó un gol que no encontraron con todo y la motivación de tener contra las cuerdas a su rival. Aunque buscaron el empate para dedicarlo a Eriksen, el torneo parece estar cantado para los ingleses.

Dinamarca se despidió como una de las sorpresas del torneo, después del accidente que sucedió en su primer juego, cuando Christian Eriksen se desvaneció dentro del terreno de juego en el primer duelo de los daneses. A partir de ese momento, el juego del conjunto nórdico se llenó de emotividad.

Foto: Twitter

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