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Académicos UPAEP desglosan las fake news y la posverdad

Consideran que una sociedad mejor educada será difícil de manipular
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Las fake news y la posverdad en la vida pública son un tema que está a la orden del día y más en estos momentos que la humanidad está enfrentando la pandemia por COVID-19.

Es importante que la sociedad conozca el significado de posverdad, cuáles son esos caracteres distintivos, cuáles son sus efectos negativos o positivos, si es que los hay respecto de esta cuestión. La Real Academia Española define el término de posverdad como “la distorsión deliberada de una realidad que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales.”

La posverdad se muestra cuando un rumor se puede convertir o es susceptible de convertirse en un hecho consumado y por consecuencia se puede llegar a tomar la decisión de que la opinión no pueda contrastarse en evidencia, señaló Cintia Robles Luján, catedrática investigadora de la Facultad de Filosofía de la UPAEP.

Dijo que una de las preocupaciones latentes dentro del fenómeno de la posverdad es sí hay una solución frente a ella. Hay un cambio en el régimen de conocimientos, hay un cambio en el régimen de aquello que podemos emitir como opiniones y podemos llevarlas a asumirlas como verdaderas y que es el riesgo que se está corriendo en estos momentos.

Robles Luján subrayó que ante este fenómeno que se vive actualmente, las personas tienen  elementos importantes, prudencia y mesura, para poder navegar en ese espacio infinito digital como es el Internet y las redes sociales, en el cual de alguna manera la vida misma recurre a ellas en distintos casos.

En su intervención, Daniel Reyes Cárdenas, también investigador de la Facultad de Filosofía de la UPAEP, comentó que estos fenómenos como las fake news y la posverdad tratan de imponer ciertas conductas, ciertas necesidades y para ello, las personas deben repensar cómo es ese acercamiento a los medios digitales y redes sociales o algún medio de comunicación.

Reyes Cárdenas considera que los estados deberían regular este tipo de informaciones o las mismas compañías que manejan estas plataformas, deberían ser restringidas con respecto a lo que se puede decir y lo que no se puede. “Es una cuestión muy seria, y para descifrar este problema, la filosofía es beneficiosa para las personas”.

Agregó que las disciplinas del conocimiento y las diferentes técnicas ayudan a las personas a conocer la complejidad del problema, analizando cada parte y saber qué tan cierto es para tomar una decisión al respecto.

Cintia Robles Luján mencionó que si dentro de una sociedad, un gobierno comienza por decidir qué es verdad y qué no lo es, se corre el riesgo de que las intenciones sean totalitaristas: “podríamos tener un gobierno que quiera controlar qué es la verdad, como ya ha pasado en la historia de la humanidad”. Lo anterior se convierte en otra versión de la manipulación de la verdad, bajo un punto de vista totalitario; o bien, que las empresas que tienen mucho poder en estos días con los servicios de comunicación que están prestando y que la gente se ha volcado a ellos, tengan esas intenciones de dominación.

Destacó que dentro de la sociedad es importante hacer uso de materias como la lógica, la epistemología, el uso del análisis de los derechos en niveles éticos de diversa índole, y por ello es fundamental el uso de la filosofía para analizar y atender los problemas actuales que se están viviendo dentro de la sociedad, en términos de bioética, ética médica y temas relacionados en donde las fake news y la posverdad están jugando un papel muy importante para la distracción y confusión de las personas, por ello, es importante que las personas fortalezcan su criterio con el desarrollo del pensamiento crítico y que permita tener una sociedad altamente educada para poder decidir mejor.

Mientras que, Martín Castro Manzano, investigador y catedrático de la Facultad de Filosofía de la UPAEP, manifestó, que el término de posverdad pareciera que se utiliza en condiciones en las cuales los hechos que se pudieran llamarse objetivos, tienen menor influencia en la formación de la opinión pública que los llamamientos a los intereses personales o incluso a las emociones.

Puntualizó que esta caracterización del concepto de posverdad, no es contrario al concepto de verdad, porque posverdad no es sinónimo de mentira o falsedad, y por su caracterización de la posverdad, sería más adecuado hablar como una versión pública y distribuida en la sociedad y que muchas veces a la gente le gustaría que fuera verdad, pero que realmente va en detrimento de las evidencias o razonamientos de lo que se pueda llamar la misma racionalidad.

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