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Marlón Echeverría, comprometido con el municipio hasta que murió por Covid-19

  • Karen Meza
Fue un hombre alegre y buen amigo, afirma su hermano, también enfermo, como su mamá, de coronavirus
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Pedro Marlón Echeverría, de 38 años de edad, fue un hombre alegre, trabajador, buen amigo y comprometido, por eso trabajó en el Juzgado Calificador hasta que su cuerpo invadido por el virus de SARS-CoV-2 lo permitió.

Los últimos días de enero se presentó enfermo a trabajar en las oficinas ubicadas en la Diagonal Defensores de la República, sin que le autorizaran reposo o atención inmediata médica.

Marlón fue a trabajar por última vez el 31 de enero, día que el propio Ayuntamiento de Puebla reportó que se otorgó su incapacidad.

La madre de Marlón, quien ahora se encuentra hospitalizada por Covid-19, acudió el segundo día de febrero a presentar los documentos médicos que faltaban, ante el temor de su hijo por perder su empleo.

Pedro Marlón Echeverría estudió Jurisprudencia en la Universidad Angelópolis y fue un gran amigo, compañero de trabajo, hijo y hermano.

“Si estabas muy triste, él siempre te sacaba una sonrisa, hacía que se te olvidara la tristeza. Fue un gran amigo”, describió Hiram, su hermano, también enfermo de Covid-19

Recuerda que la carga laboral, el estrés y el temor a ser despedido en medio de la pandemia mortificaban al servidor público.

La sospecha de contagio

El 24 de febrero le dijo a su madre en un mensaje de WhatsApp que durante su guardia laboral atendió a un detenido con posibles síntomas de Covid-19 y a partir de ahí para él empezaron los síntomas que terminaron con su vida.

El gobierno municipal compartió en un comunicado que en esta área se “garantizan las medidas sanitarias dentro del juzgado” y que después de Marlón, “nadie más ha presentado síntomas ni se ha reportado como enfermo por Covid-19”.

Hiram Echeverría su hermano le contaba que en las oficinas donde trabajaba no se cuenta con ventilación adecuada para reducir los riesgos de contagios, pero que sí se atienden protocolos al ingresar.

Marlón llevaba ocho años trabajando en Juzgados Calificadores y siempre estuvo comprometido con su trabajo; aunque en las últimas semanas la carga laboral era excesiva y las jornadas se tornaron pesadas.

Hiram está enfermo en casa, también contagiado por Covid-19 y a su madre no la puede ver porque está internada en el hospital.

“Nosotros no queremos otra cosa más que pedir a la gente que se cuide. A los patrones que cuiden a los trabajadores, que no les digan que van a perder el trabajo por faltar si se sienten mal. Lo seguiré diciendo: ‘un trabajo no vale una vida’”, dijo.

Refirió que su hermano hubiera querido que se promoviera una campaña para no permitir injusticias laborales, por lo que desde sus redes sociales buscará hacer una reflexión sobre la situación laboral y la pandemia.

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