El ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, pidió este jueves seguir en arraigo domiciliario el proceso en el que se le acusa por tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, lo que le fue negado por el juez en la audiencia de declaración preparatoria.

El ex gobernador se reservó su derecho a declarar y solicitó que se ampliara el término constitucional de 72 a 144 horas para que se determine su situación jurídica; permanecerá en prisión hasta que se resuelva si se le vincula a proceso.

En el Juzgado Segundo de Distrito, con sede en Cancún, Quintana Roo, Marín estuvo acompañado de dos abogados de Puebla, pero encabezó su propia defensa.

La organización Artículo 19 que acompaña a Lydia Cacho, publicó en sus redes sociales que Marín alegó padecimiento de riñón, posible contagio de Covid-19 si permanecía en el Cereso y su edad avanzada para pedir que se le permitiera seguir el proceso desde su casa.

Una de las abogadas, según medios locales, agregó que presentaba síntomas Covid-19, aunque Marín no lo había referido.

La defensa jurídica de Lydia Cacho alegó que existe riesgo de que Marín se fugue debido a que cuenta con recursos materiales y políticos para ello.

El plazo solicitado por Marín Torres vencería a la 1:00 de la mañana del miércoles próximo, por lo que la resolución del juez podría esperarse la tarde del martes próximo.

De acuerdo con Artículo 19 el ex gobernador podría recibir una sentencia de hasta 12 años de prisión, debido a que a le aplica una antigua ley sobre tortura, antes de 2017, pues los hechos ocurrieron en 2015.

“Creemos que hay elementos para determinar la probable responsabilidad y que se inicie el proceso”, declaró Leopoldo Maldonado, director de Artículo 19. 

Fuentes consultadas afirman que Marín basará su defensa en que son ilícitas las conversaciones telefónicas que sostuvo con Kamel Nacif.

Marín Torres fue detenido en Acapulco, Guerrero, por presuntamente haber torturado a Lydia Cacho en el año 2005.

Lydia Cacho fue aprehendida en diciembre de 2005 por una decena de policías sin orden de captura y trasladada de Cancún a Puebla en un vehículo propiedad de Kamel Nacif.

En el traslado por carretera, que duró más de 20 horas, fue torturada física y psicológicamente, además de sufrir tocamientos e insinuaciones sexuales y ser amenazada de muerte.

Mario Marín era buscado desde hace casi dos años, después de que en abril de 2019 una juez de Quintana Roo emitiera una orden de aprehensión contra él y en contra del empresario Kamel Nacif, el exjefe de la policía estatal, Adolfo Karam, y su director de mandamientos judiciales, Juan Sánchez.