• Cultura

La casa de los cañones tiene 400 años y miles de historias

  • Andrea Domínguez
Esta casa data del siglo XVII, ha tenido más de 15 dueños y ha sido convento, hotel, teatro, almacén y hasta fábrica
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El Edificio Arronte como actualmente se le conoce forma parte de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, sin embargo, durante su historia ha tenido más de 15 propietarios. Hacemos un recuento de todos ellos:

Quien mandó a construir el inmueble fue el señor Alonso López Becerro en 1634, quien era regidor del cabildo de la ciudad de Puebla. No obstante, para su construcción tuvo que pedir mil pesos al Sagrado Convento de las religiosas de la pura y limpia Concepción de Nuestra Señora.

En un principio el inmueble contaba con dos pisos e incluía una serie de gárgolas de cañones, razón por la cual se le nombró como Casa de los cañones

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Luego, el señor Sebastián de Herrero y su esposa Isabel de la Cruz fueron propietarios de este lugar donde vivieron hasta su muerte.

Así en 1686 mediante un concurso lo obtuvo el monasterio de la Purísima Concepción por 12 mil pesos.

Sin embargo, una década más tarde, en 1785 María Josefa Mendívil y Palacio se convirtió en su dueña. Ella ofreció a cambio dos propiedades suyas.

De esta forma, María Josefa Mendívil y Palacio la rentó a Don Génaro Vallarta para el convento concepcionista; no obstante, tiempo después, María Josefa decidió utilizarlo como su hogar.

Para el año de 1788, la vivienda ya se valuaba en 49 mil 631 pesos.

Doña María Josefa Mendívil y Palacio decidió vivir ahí al lado de su marido Rafael Mangino quien ocupó cargos importantes como juez administrador de los puestos que se ocupaban en la catedral de Puebla, fue administrador del pulque y directivo de la aduana de la ciudad.

Al morir la pareja, pasó a ser propiedad de su hijo Rafael Mangino y Mendívil, quien también tuvo una participación activa en la política de la metrópoli y tuvo cargos importantes durante el imperio de Agustín de Iturbide, el gobierno de Anastasio Bustamante y el de Antonio López de Santa Anna.

De esta manera, Rafael Mangino y Mendívil decidió rentar este inmueble al Convento de Santa Clara en 1808. Al morir éste, su esposa Ana Bringas se volvió la dueña de estos bienes.

Luego de esta fecha, no hay registros del inmueble hasta 1844, momento en que se cree que Antonio de Haro y Tamariz vivió ahí. Haro tuvo puesto similares a los de Mangino y Mendívil.

Ignacio Guerrero y Manzano fue otro propietario de este edificio, ya que lo adquirió en 1850 y, alrededor del año 1856 se inauguró como el primer hotel de la ciudad tomando el nombre de Hotel Universal.

Así, Ignacio Guerrero mandó a construir un tercer piso, donde estableció un salón de baile, y fundó el Teatro Guerrero en 1868.

Sin embargo, en 1906 pasó a ser propiedad de Joaquín Pacheco un hacendado de la época; pero poco después, en 1908, se convirtió en propiedad de Blas Reguero y Caso, quien lo reinauguró como hotel, bajo en nombre de Nuevo Hotel.

Aunque siguió manteniendo como hotel, en 1915, el inmueble fue rentado por Manuel Arronte, empresario que modificó el nombre de Nuevo Hotel a Hotel Arronte.

Luego en 1928, los Reguero y Casio le vendieron la propiedad a José Arriba Palacio, quien respetó el contrato de arrendamiento que ya tenía con Arronte.

Durante esta etapa, Manuel Arronte incorporó un elevador, el primero de Puebla, y fue considerado como uno de los mejores lugares para hospedarse.

También durante la década de 1920 Carlos V. Toussaint creó el cine Olimpia en la planta baja del edificio.

Es hasta 1945 que cambia de gerencia, pues el hotel pasa a manos de Arnaldo Alos, quien modificó el nombre a Hotel Alos

No es hasta 1957, que el inmueble deja de ser hotel y para a ser despacho de abogados, fábrica de zapatos y bodega de almacén, esto debido a que el señor Rafael Solís Gonzales era el nuevo propietario.

Finalmente, en el año de 1980, la Universidad Autónoma de Puebla  lo adquirió “a fin de que la Universidad se la cambiara por el inmueble que actualmente ocupa la esquina sudoeste del museo Amparo.”

Actualmente sigue siendo parte de la universidad y alberga una biblioteca, salas de estudio y lugar de trabajo para el cuerpo académico.

Cabe mencionar que, aunque es un lugar que forma parte de la BUAP, la universidad permite que la gente entre a conocer el inmueble, así que, si quieres conocer más sobre este edificio, ¡visítalo!, se encuentra en Av. Don Juan de Palafox y. Mendoza, número 219 del Centro Histórico de Puebla.

Con información de: Archivo Histórico BUAP

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