• Salud

Se lleva el Covid-19 esperanzas de trasplantes renales en Puebla

  • Laura Ruiz
Más de 2 mil personas que habían iniciado el proceso con donadores vivos están en espera de que se reduzca el índice de contagios
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Tras tres años de búsqueda de un donador vivo de riñón, Julio César de 27 años logró que un tío con óptimo estado de salud accediera al protocolo. La mañana del pasado miércoles su familia buscó a la Asociación de Enfermos Renales y Trasplantados de Puebla para que los orientara en el inicio del procedimiento.

La noche de ese día murió por complicaciones de insuficiencia renal y el COVID-19 del que se contagió en sus visitas para la aplicación de hemodiálisis.

La activista, Beatriz Adriana Rodríguez Bernal, dio a conocer que “uno de sus familiares le dijo que sería su donador pero todo quedó en stand by porque no pudo ni iniciar los protocolos de trasplante, es decir, la primera entrevista que pueda tener el médico con el posible donador.”

os Renales y Trasplantados Puebla - ERTP en Jueves, 27 de agosto de 2020

Unos 2 mil poblanos padecen crisis de trasplantes

En entrevista detalló que el COVID-19 se llevó la vida del joven y ha puesto en pausa las esperanzas de otros dos mil pacientes poblanos que estaban en protocolo de trasplante o listos para el proceso.

Con los nosocomios públicos de especialidades convertidos en centros de atención para el COVID-19, las instituciones se apegan a lineamientos internacionales y han suspendido los trasplantes de riñón y otros órganos.

Algunos países que ya han podido retomar los procesos al bajar los índices de contagio son Argentina y Uruguay, mientras que en México sólo hay avances para reanudar actividades en Aguascalientes.

Retroceden avances en la lucha

Rodríguez Bernal afirmó que la situación es lamentable pues en el país ya se había avanzado para que los protocolos de donante vivo de riñón fueran cada vez más rápidos. “En el pasado para una donación de este tipo, los pacientes esperaban hasta un lustro.” A ella todavía le tocó esperar dos años.

Hasta antes de la llegada del COVID-19, sin embargo, habían logrado que en los hospitales a cargo del gobierno federal tardaran un año. En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el tiempo de espera se redujo incluso a seis u ocho meses como máximo.

La activista agregó que la lucha ha implicado también pelear contra los tabúes y el hacer ver a los familiares que los donantes vivos son la mejor opción. La espera por un donante cadavérico va de los 10 a los 15 años formados en una larga lista. Además un donante vivo da mejores posibilidades tras el trasplante.

"Es muy difícil, muy complicado, todavía existen tabúes; si dono un riñón, qué me va a pasar; tengo familia, ¿podría donar? Hay un tabú enorme en el tema de la donación de órganos, es terrible.”

"Nosotros como asociación lo fomentamos, cuando vienen los familiares o los pacientes, platicamos con ellos para hacerles ver que es la mejor opción que se puede tener, el donador vivo", explicó.

Se lleva el Covid-19 a compañeros de lucha

El caso de Julio César forma parte de una lista de más compañeros enfermos renales que murieron por Covid-19. Según datos a los que ha tenido acceso la asociación, 16 pacientes ya trasplantados murieron por las complicaciones de la enfermedad.

Sin embargo, oficialmente no hay datos exactos de cuántos de los pacientes que estaban en espera de un trasplante han muerto por Covid-19. “Que no existan estas cifras -considera la activista- es grave pues no les da a las autoridades las directrices necesarias para decidir en materia de salud pública.”

"Al final no se pueden hacer cálculos de cuánto puede salir económicamente la atención de un paciente enfermo y cuántos podrían trasplantarse. Si existiera esa comparativa posiblemente los gobiernos le aportarían un poco más a lo que sería el trasplante", comentó Rodríguez Bernal.

Lamentó que la enfermedad acecha cada vez que se trasladan para tratamientos de hemodiálisis fuera de casa.

"Es una situación muy penosa, muchos pacientes que están esperando iniciar su protocolo o entrar al procedimiento de trasplante tienen que duplicar cuidados, duplicar muchas cuestiones para no contagiarse y no perder la vida.

“Los riesgo de contraer COVID-19 y padecer complicaciones con un sistema inmunológico débil continuarán para los enfermos renales. Hay pacientes que se cuidan mucho, pero al trasladarse de sus casas a las unidades de hemodiálisis es donde ellos contraen la enfermedad y la verdad sí es muy delicado", finalizó.

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