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Revela Glockner boicots, acoso sexual e imposiciones en Cultura

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En una carta expone el motivo de su distanciamiento con el gobernador Miguel Barbosa Huerta y los hechos que derivaron en su renuncia al cargo
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Intrigas, casos de acoso sexual, despidos injustificados, boicots al trabajo interno e imposiciones de funcionarios, acusó Julio Glockner Rossainz a su paso por la Secretaría de Cultura.

Así lo expuso en una carta en la que además expone el motivo de su distanciamiento con el gobernador Miguel Barbosa Huerta y los hechos que derivaron en su renuncia al cargo desde el pasado 31 de julio.

El antropólogo distinguió entre el personal a su cargo a quienes mostraron por un lado “mezquindades, la holgazanería, la simulación y la hipocresía, la adulación y la arrogancia, la deslealtad y el chismorreo”, así como por otro la “entrega responsable al trabajo, la creatividad, la sinceridad y la lealtad, la honestidad a toda prueba, la inteligencia y el buen humor que todo lo iluminan”.

A continuación se reproduce la carta que fue publicada en el portal Mundo Nuestro:

El 13 de julio presenté mi renuncia irrevocable al gobernador Miguel Barbosa Huerta, agradeciéndole le invitación que me hizo un año antes para colaborar en su gobierno como secretario de cultura. Me voy satisfecho de haber creado, con algunos miembros del equipo que formé, dos Secretarías, una en san Andrés Cholula, agradecido también por la invitación que me hiciera su presidenta municipal Karina Pérez Popoca, y otra para el estado de Puebla.

No fue sencillo para un universitario dedicado durante 40 años a la investigación, adaptarme al complejo ambiente de la función pública. Se llega, ingenuamente, confiando en el personal que tiene a su cargo y poco a poco se van descubriendo las mezquindades, la holgazanería, la simulación y la hipocresía, la adulación y la arrogancia, la deslealtad y el chismorreo, la corrupción que todo lo corroe organizada en redes de complicidad, pero también, afortunadamente, la entrega responsable al trabajo, la creatividad, la sinceridad y la lealtad, la honestidad a toda prueba, la inteligencia y el buen humor que todo lo iluminan, todo en un mismo ambiente laboral, en un eterno forcejeo entre una y otra tendencias por ganar espacios y mejores posicionamientos, todo en una dinámica que conforma una microfísica del poder disputándose día a día el rumbo que debe seguir la institución.

En todas las direcciones y jefaturas constaté que los Secretarios no se acercaban a sus “subordinados” para conocer de cerca los problemas, es decir, nunca fueron considerados como compañeros de trabajo colaborando con un mismo propósito: ofrecer a la sociedad mejores servicios culturales. Creo que con una actitud amigable y buena disposición logré desvanecer un ambiente de solemnidad y sometimiento al que estaba acostumbrado el personal.

El primer problema que tuve que enfrentar fue el de la Filarmónica 5 de Mayo, hoy nuevamente Sinfónica del Estado de Puebla. Un buen número de músicos demandaban ser escuchados. Me entrevisté durante un día entero con 70 de ellos. Las quejas fundamentales consistían en acoso sexual y laboral, amenazas y chantajes, despidos injustificados, renta de instrumentos y la obligación de tocar en eventos privados sin retribución alguna. La gran mayoría de las acusaciones apuntaban a un trompetista, algunos cómplices y a la irresponsable indiferencia, por decir lo menos, del director de la orquesta. Muchos de estos testimonios me fueron entregados por escrito y están en el archivo de la Secretaría. En consecuencia, hubo dos despidos: el músico responsable y el director irresponsable. Hoy la orquesta tiene mejores condiciones laborales y un ambiente de respeto mutuo. El nuevo director ha propuesto un repertorio de compositores que en buena medida no han sido interpretados por la Sinfónica, lo que favorece el crecimiento profesional de los músicos y una oferta más rica y diversificada para el público aficionado a los conciertos. La orquesta Filarmónica 5 de Mayo tuvo 50 mil 540 asistentes en sus 48 conciertos realizados en Puebla, Teziutlán, Tepeaca y Zacatlán. La Orquesta Sinfónica del Estado Puebla sólo pudo realizar 5 conciertos en el Auditorio de la Reforma antes de la pandemia. Debo mencionar que el nuevo director, sin restarle méritos al anterior, fue recibido con tal aprecio que salió tres veces a agradecer los aplausos del público emocionado después de escuchar la 7ª. Sinfonía de Beethoven.

En el campo de la música me complace anunciar que la Banda Mixteca se volvió a organizar, incorporando a 15 nuevos talentos de la región, después de 6 años de inactividad y esperamos escucharlos en una próxima presentación después de la pandemia.

Con los muy escasos recursos que nos dejó la administración anterior y después del largo y tortuoso proceso de separación de la Secretaría de Turismo, que concluimos en condiciones poco favorables, al grado de que no teníamos una sola computadora, sacamos adelante el trabajo con el entusiasmo de los proyectos que se inician: de agosto a diciembre de 2019 las Caravanas Interculturales llevaron a cabo 284 actividades en 35 municipios, beneficiando a 19, 900 asistentes. Durante la pandemia se organizaron por medios electrónicos 189 actividades en línea con 314 mil 513 visualizaciones.

Para darle un giro a las actividades del Museo Barroco y enviar un mensaje a la sociedad, en el sentido de que ese magnífico espacio dejaba de ser un lugar elitista y que podía ser disfrutado por la sociedad en su conjunto, que finalmente es la que paga con sus impuestos su altísimo costo, decidimos acompañar con un performance de lucha libre la exposición del pintor neobarroco Mauro Terán. Periodistas que nunca visitaron la exposición de este original pintor, cuyo catálogo publicamos, siguen insistiendo hasta la fecha en que sólo hubo ahí una función de lucha libre. Lo siento, no tengo la culpa de que los asnos no visiten los museos.

Con la colaboración del filósofo y crítico de arte, Jorge Juanes, la directora Anahí Acevedo ha elaborado un proyecto para colocar al Museo Barroco como el mejor Centro Cultural de Arte Contemporáneo de México y América Latina. El proyecto fue expuesto en tres videoconferencias a los secretarios, o sus representantes, que forman parte de la Junta de Gobierno de Museos Puebla. Aunque no se trató de una sesión formal del Consejo, el proyecto se dio a conocer a grandes rasgos y las opiniones aprobatorias fueron generalizadas.

Un evento cuya responsabilidad formal asumió la Secretaría de Cultura por indicaciones del gobernador, fue la instalación de la Réplica de la Capilla Sixtina, cuya operación corrió a cargo de la Secretaría de Economía en coordinación con la Arquidiócesis y en particular del padre rector de catedral, quien no tuvo el cuidado de tramitar los permisos correspondientes ante el INAH y la obra de instalación fue clausurada por unas horas. Me sorprendió que se me quisiera responsabilizar por esta omisión, pues la Secretaría no tiene personalidad jurídica para ello y desde las Leyes de Reforma se sabe que se trata de bienes nacionales y que el clero debe solicitar a las autoridades federales, en este caso el INAH, la autorización para realizar ciertos eventos. La asistencia masiva indica que el evento fue un éxito y miles de personas pudieron apreciar la reproducción de la obra de Miguel Ángel, Botticelli y otros pintores del renacimiento. A partir de ese incidente comenzó un distanciamiento entre el gobernador y yo y semana tras semana se cancelaron las reuniones de acuerdos que teníamos los miércoles por la noche.

El día de mi comparecencia en el Congreso del Estado para informar de las actividades llevadas a cabo por la Secretaría, la diputada Liliana Luna, presidenta de la Comisión de Cultura, me preguntó mi opinión acerca de las declaraciones del gobernador en el sentido de trasladar la Rueda de la Fortuna de la zona de Angelópolis al barrio de san Francisco. Días antes había recibido una larga carta de la doctora Luz de Lourdes Herbert, Directora de Patrimonio Mundial del INAH y enlace de esta institución con la UNESCO, advirtiéndome amablemente que se corría el riesgo de que la UNESCO retirara el reconocimiento del Centro Histórico de la Ciudad como Patrimonio de Humanidad, de llevarse a cabo este traslado. La doctora Herbert se ponía a nuestras órdenes para asesorarnos en el proyecto urbanístico que se pretendía llevar a cabo en san Francisco para detonar su desarrollo inmobiliario. En mi respuesta a la diputada Luna me pronuncié en favor de la preservación del patrimonio cultural de la ciudad, no sólo por convicción personal, sino porque la Ley de General de la Administración Pública otorga facultades a la Secretaría de Cultura para cumplir la importante misión de garantizar la integridad del patrimonio arquitectónico y el paisaje urbano que lo comprende. Creo haber mencionado a la diputada Luna la carta que había recibido del INAH y la importancia que tenía, dado que se trataba del enlace directo con la UNESCO. Mintiendo como suele hacerlo el periódico Cambio, publicó un encabezado diciendo que yo afirmaba el rechazo del INAH y la UNESCO al proyecto urbanístico. Desafortunadamente y como no teníamos comunicación para aclararlo, el gobernador creyó esta versión difamatoria y al día siguiente declaró que si yo no estaba de acuerdo podía renunciar. Días después pidió la versión estenográfica de mi respuesta y supo lo que en realidad había declarado. Pero públicamente el daño estaba hecho y los dueños y directivos de ese panfleto supongo que felices por ahondar nuestra distancia. Es una vergüenza para Puebla tener un periodismo que no ve más allá de la mano que tiene extendida para recibir una dádiva, mientras, con la otra, escarban en el basurero de “noticias” que ha creado en su entorno para “informar”, construyendo escenarios falsos y a eso tienen la desfachatez de llamar “periodismo”.

Cometí un error al invitar a Alejandra Santamaría a colaborar en la Dirección General de Patrimonio Cultural sin conocerla lo suficiente. Había trabajado conmigo meses antes en Cholula, fue eficiente y con cierta sensibilidad social proveniente de sus estudios en antropología y de su catolicismo. Pensé que era leal al proyecto que estábamos elaborando, confié en ella y la invité a colaborar. Al poco tiempo se volvió la defensora incondicional de una persona a la que habíamos despedido por incluir información falsa en su CV. Después descubrimos que hasta su título profesional era falsificado. En venganza, este señor se dedicó a boicotear las actividades de la dirección valiéndose de la influencia que tenía en la directora. Al advertir las irregularidades que ocurrían pedí su renuncia también y desde entonces se dedicaron de tiempo completo a difamar en los medios chatarra el trabajo de la Secretaría y a presentarse como víctimas de un supuesto autoritarismo y desorden administrativo. La culminación de sus actos fue una patética manifestación frente a Casa Aguayo, acompañados por seis o siete vividores despedidos por holgazanes y de un niño sosteniendo una cartulina donde se nos acusa de “secuestrar” la Secretaría. Obviamente la basura periodística se dio vuelo con este lamentable evento y hasta un merolico de Televisa les ha dado amplio espacio en sus noticieros. La Dirección de Atención Ciudadana de la Secretaría de Gobernación les dio audiencia y se quejaron de despidos injustificados, exigiendo su reinstalación. Al día siguiente nuestro abogado, acompañado por personal de la dirección administrativa, fue a explicar detalladamente los motivos de sus despidos y nuestros argumentos fueron aceptados sin cuestionamiento alguno, simplemente porque teníamos razón. Hoy la Dirección General de Patrimonio está en buenas manos con el profesionalismo y la actitud responsable y comprometida de la arquitecta y restauradora Mónica Martínez. Entrego una secretaría bien organizada y trabajando adecuadamente en beneficio de la sociedad poblana. Este incidente, magnificado en algunos medios, no tiene en realidad ninguna importancia.

El segundo error que cometí fue ceder a la enfática recomendación de Ernesto Cortés para ocupar el cargo de Director de Museos Puebla. Al poco tiempo descubrí que se trataba de un perezoso poco atento y menos interesado en cumplir con sus responsabilidades. Me lo recomendaron como una persona honesta y tal vez lo sea, pero es un holgazán, por eso solicité su renuncia, que hasta la fecha está en suspenso. Quizá lo que menciono no tendría mayor importancia de no ser porque está en riesgo el patrimonio material de los poblanos. Resulta que 2,400 piezas provenientes de los museos San Pedro, José Luis Bello y Alfeñique están bajo resguardo en las bodegas del Museo Barroco y se encuentran en pésimas condiciones. Se trata de pinturas, esculturas, objetos de talavera, muebles, textiles, documentos históricos y objetos diversos que han sido imperdonablemente descuidados y se encuentran rotos, sucios, con hongos o afectados por la humedad y la falta de limpieza y mantenimiento durante varios años. Anahí Acevedo, la directora del Barroco, se dio a la tarea de hacer un inventario de las piezas, pues llegaron sin una lista de obras, de describir su estado y hacer un registro fotográfico. El informe completo de esta inadmisible situación ya se encuentra en la Función Pública.

El trabajo editorial, suspendido por la pandemia, aparecerá gradualmente en los próximos meses, se trata de la Colección Puertas Abiertas, que se compone de 40 títulos, y 14 libros con diversos temas históricos y culturales, todo debidamente presupuestado tanto en la federación como con recursos estatales. Museos Puebla pronto publicará 3 catálogos, de Antonio Álvarez, Joel Rendón y los 11 pintores y escultores que participan en la exposición El Gran Sur cuya inauguración se suspendió por la pandemia.

Dentro de nuestras posibilidades presupuestales siempre atendimos a diversas comunidades, municipios, colectivos o personas que en lo individual se acercaron a nosotros con proyectos, propuestas o requerimientos de materiales o divulgación de su obra. Dejo una Secretaría orientada a garantizar los derechos a la Cultura de los habitantes de nuestro estado. Lo hemos hecho de modo integral, como queda manifiesto en el Plan Sectorial de Cultura, que presentará el nuevo Secretario, alineado con los Planes Estatal y Nacional de Desarrollo, porque consideramos que la educación artística y cultural constituye un aspecto fundamental en la formación activa de ciudadanía. También porque estamos convencidos de que la dimensión cultural resulta crucial para propiciar ambientes de concordia, que fortalezcan la comunalidad y la paz que tanta falta hacen en nuestro país; la cultura actúa en este sentido desde el momento en que genera la convivencia familiar, vecinal y colectiva en el disfrute de los eventos de cualquier género o disciplina artística. En este sentido hemos puesto todo nuestro empeño, porque sabemos que el objetivo final de las políticas culturales no son los artistas, ni los funcionarios, ni los gobiernos en turno, sino la sociedad en su conjunto. Por estas razones le deseo un buen desempeño al nuevo secretario, pues finalmente ese cargo debe servir, de la manera más eficiente y honesta, a los ciudadanos.

Por último, quiero mencionar que dejo una Secretaría de Cultura bien encaminada en los principios fundamentales de la Cuarta Transformación, gracias a la conformación de un equipo de trabajo responsable y eficiente, con ética profesional y sensibilidad social. Cada uno de ellos, con sus respectivos equipos de colaboradores, hicieron posible el resurgimiento de una Secretaría de Cultura en el Estado de Puebla. Sepan que fue un privilegio haber trabajado con ustedes, sentir su calidez humana, su optimismo y buen humor para crear un ambiente de trabajo agradable y productivo.

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