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Bertolt Brecht: Vida y Obra, una revisión a sus aportes

  • Elvira Ruiz Vivanco
La acentuación expresiva de la gestualidad de Valentin, conducirá a Bertolt Brecht a la conceptualización del gestus. Neologismo que remite a las configuraciones significantes de orden: social, literario o escénico
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La incidencia radical de Bertolt Brecht en la literatura, en la teatralidad y en las variables performáticas, es paradigmática. Razón que motiva la sesuda investigación de la teatrista: Karla Flores sobre la vida y la obra de este dramaturgo, teórico y director alemán. La revisión minuciosa y crítica de sus aportes, es un proyecto gestado en el Colegio de Arte Dramático de la Facultad de Artes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Casi al finalizar la primera guerra mundial, Bertolt Brecht vive su iniciación al teatro con la escritura de la obra: Baal. La influencia que tendrá en su creación dramatúrgica y escénica la música popular y el cabaret. Además del influjo ejercido en él, por el cantante folclórico y camaleónico comediante Karl Valentin, mejor conocido como el ‘payaso metafísico’. Aderezarán a la poyesis brechtiana de un sentido divertido e inteligente del entretenimiento espectacular.

La acentuación expresiva de la gestualidad de Valentin, conducirá a Bertolt Brecht a la conceptualización del gestus. Neologismo que remite a las configuraciones significantes de orden: social, literario o escénico.

Así mismo, la obra del escritor alemán es influida por los poetas malditos: Charles Baudelaire, Paul Verlaine y Arthur Rimbaud; así como por el poeta mártir medieval Fracois Villon. Este último referido por burlar a la censura y retratar la crudeza del entorno. Disidencia estetizada característica de la dramaturgia de Georg Büchner y presente en la literatura brechtiana.

A sus poemas Brecht, les suma el aire de los compositores de canciones de taberna o de music hall. Aunada su tendencia a la concepción de la ‘obra total’ de Richard Wagner. A la postre Bertolt Brecht conjugaría: la música, la literatura, el teatro, la coreografía, la plasticidad, las emisiones radiofónicas, las proyecciones fílmicas y hasta pancartas con leyendas politizadas. Gestando una estilística múltiples veces replicada en los escenarios del mundo entero.

Georg Hegel, Ludwig Feuerbach, Vladimir Lenin, Karl Marx y Friedrich Engels; son algunos de los pensadores que impactarían en la indagación de Bertolt Brecht en las contradicciones humanas y en las problemáticas sociales. Otros teóricos, quienes enfatizarían el registro socialista en los escritos brechtianos son: Walter Benjamin y Karl Korsch. Siendo la dialéctica y la diégesis dos características nodales del teatro brechtiano. Tamizado por las ópticas politizadas, traducidas en innovaciones escenotécnicas, aportadas a la teatralidad brechtiana por Erwin Piscator. Exponiendo las desigualdades sociales en distintos escenarios: el campo, la casa, la escuela, la fábrica, el ejército, los hospitales, la familia, la ciencia, etc.

Cuando Bertolt Brecht se involucra con otros artistas: dramaturgos, compositores, bailarines, cantantes, pintores, directores, escenógrafos, productores; aprende los retruécanos del oficio, hasta ponerlos en crisis y romper primero con la linealidad de la literatura dramática: identificatoria aristotélica. Hasta conseguir una serie de quiebres, que transformarían la manera: de comprender, de escribir, de realizar y de receptar al teatro: moderno, contemporáneo y postmoderno.

Profundizó en los rasgos caracterológicos de sus personajes dramáticos, basándose en genotextos narrativos, que potenciaran su creación de cuadros teatrales. Lo que difícilmente habría conseguido, si no hubiera contado con las varias mujeres, quienes colaboraron con él, como: traductoras, asistentes, actrices, cantantes, bailarinas, productoras e inclusive escritoras. Quienes generosamente le cedieron el crédito creativo, aunque ellas fueran las autoras intelectuales de sus grandes creaciones, como ocurrió con Elisabeth Hauptmann. De hecho, ella, su compositor de cabecera Kurt Weill y el escenógrafo Caspar Neher, son tres de los creativos clave, para que: La ópera de los tres centavos trascendiera la escena berlinesa.

Su fase didáctica con los Lehrstück o teoría brechtiana de la educación político-estética, se fortalece con el recurso del piscatoriano ‘teatro épico’. Aporte que permeará en lo sucesivo al teatro: Por la no linealidad estructural y la diégesis dramatúrgica. Por la apuesta experimental que conllevan. Por su focalización en la instrucción a partir de la toma de consciencia de las audiencias. Y, por el efecto de distanciamiento, para fomentar la crítica: a nivel literario, en la escena y en los públicos. Lo que consigue con mayor eficiencia, mediante los recursos: humanos sostenidos en lo musical y en lo coreográfico, teatralizando espectacularmente sus escritos: lírico-dramatúrgicos.

El ritual, lo teatral y la alta dosis de performatividad del teatro de oriente, han sido catalizadores para transformar la asunción y la puesta en acto: de la actoralidad, de la dramaturgia, de la teatralidad y de los propios recursos performáticos, en teatristas de la talla de Antonin Artaud o del mismo Bertolt Brecht, como también ocurriría con: Jerzy Grotowski, Peter Brook, Eugenio Barba y aquí en México con Abraham Oceransky. Precisándose la codificación del lenguaje escénico y priorizándose los aportes de los performers / actores: músicos - bailarines – creativos. Dando pie a los laboratorios teatrales, coincidentes en la profundización del desempeño histriónico virtuoso de los sujetos del acto performático. Aportando dos vías para la creación actoral: del contenido a la forma y viceversa. Aunque partiendo del vaciamiento o neutralidad de los histriones, para asumir con verosimilitud los significantes que la obra les demande.

Luego, la alienación conseguida mediante la desnudez del espacio escénico o de los performers. Utilizando en el escenario lo estrictamente indispensable, será parte del efecto distanciador del teatro épico. Predominando una economía de los trastos escénicos, generadora de un teatro precario en sus producciones, aunque rico en su discurso y su gradiente estético. Haciendo de los performes, co-creadores del espectáculo: teatral, coreográfico, circense, cabaretístico, musical, performativo o, interdisciplinario. Hibridación espectacular que marcará las tendencias: del body art, del performance, del happening o del arte acción; lenguajes amalgamados con otras áreas del arte. Dinámica estilística acontecida desde la segunda mitad del siglo veinte y revisada y reinterpretada en distintos momentos, a través de variaciones estéticas diversas. Y si Brecht y otros artistas exploraron con la proyección de filmes. Hoy podríamos considerar todas las aplicaciones multimedia posibles, como la proyección de hologramas en cuatro D.

Actualmente las distintas expresiones transteatrales y transdramáticas, recogen: de la diégesis, de la teatralidad y de lo performático; una vía estructural y un método de instrumentación eficaz, además de harto creativo. Condición revolucionaria estética y discursiva, que posicionan a Bertolt Brecht como un referente insoslayable, para la historia y el porvenir del teatro en el orbe.

Es grato acompañar investigaciones de esta envergadura como la que nos aporta Karla Flores. Expandiendo el debate y nutriendo la reflexión sobre nuestra escena. Particularmente, al presentarnos a un Brecht de carne y hueso, quien no sería la figura teatral en la que se convirtió, si no hubiera gozado del amor y el apoyo incondicional de las mujeres de su vida. Como lo fue la enorme actriz y heredera universal de los derechos de su obra: Helene Weigel, su esposa y cómplice para crear la compañía y el espacio teatral: Berliner Ensemble.

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