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A 10 años de una de las despedidas más amargas que nos dejó Disney

  • Edwin García
En el cine todos creían que se trataba de un final, pero Disney nos sorprendió: Toy Story 3 llegó a México hace 10 años
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Tuvieron que pasar alrededor de 10 años para que se hiciera pública la noticia de que habría una tercera parte en la historia de los juguetes que nos acompañaron desde la infancia. Claro, entonces las redes sociales no tenían el auge que poseen hoy para adelantarnos detalles, escenas o aportes que nos brindaran pistas para saber de qué trataría.

Entre la última cinta de los juguetes y su tercera parte hubo un lapso mayor a 10 años, donde Lee Unkrich tomó la dirección del proyecto e hizo, francamente, uno de los mejores trabajos con la franquicia.

Sus números así lo demuestran, pues en recaudación final este filme rebasó los mil millones de dólares, cifra poco común para los títulos animados de entonces.

 

Un dulce comienzo

Como era de esperarse, al principio ni siquiera nos imaginábamos todo lo que sentiríamos a medida que la película avanzaba, pues Disney nos engatusó con un tierno inicio donde todavía vemos al tierno Andy que dejamos hace 10 años, sólo que ahora su hermanita puede caminar perfectamente y el perro Buster anda por la casa como si nada.

La escena está repleta de elementos que nos hacen familiarizarnos de inmediato con el escenario, pues todos los personajes se encuentran jugando normalmente y brindando alegría inconmensurable al pequeño Andy, mientras su madre nos emociona aún más al grabar una cinta de esas tardes que ya no volverán.

 

Toda una ola de emociones

Dentro de las escenas que más intriga generó en las salas tenemos la parte en que todos los juguetes están a punto de terminar su existencia mientras arden en llamas dentro del depósito de basura.

Sí, este plano desde luego que generó demasiada confusión debido al trágico final que tendrían los personajes, y al ser Disney una empresa dedicada a ofrecer contenido a públicos menores pareció impactante que pudieran dejar una escena tan explícita.

En palabras de un servidor, las lágrimas inundaron a muchos de los presentes en la sala de cine; nadie podía creer que el fin había llegado realmente.

 

Disney no se tentó el corazón

Para nuestra fortuna sabemos que los juguetes no tuvieron el trágico final del que lograron escapar gracias a “La gaaarrraaaa”, conducida por lo curiosos marcianos provenientes de Pizza Planeta.

Pero cuando pensamos que la tormenta de emociones no podía llegar a más, tenemos a Andy despidiéndose de todos sus juguetes para donarlos a Bonnie, una pequeña que asiste a la guardería Sunnyside y que comparte una afección especial con todos sus juguetes.

Buzz, Woody, Jessie y todos los personajes a quien tanto logramos estimar a lo largo de los años no sólo le dijeron adiós a Andy, sino a todos los presentes en las salas de cine. Para este punto, las lágrimas ya no podían ocultarse. Era la despedida, la de verdad, tal vez la última vez que sabríamos de toda esa pandilla que nos enseñó el valor de la amistad.

 

Foto: Twitter / @Cirecsc

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