• Salud

Enfermos renales de Puebla, otras víctimas del Covid-19

  • Laura Ruiz
Asociación lamenta que patrones no les facilíten la cuarentena
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Tener una enfermedad renal mientras el Covid - 19 aumenta en Puebla implica incertidumbre en cuanto a la salud y la estabilidad laboral.

De entrada, las defensas son siempre bajas para quien requiere dos o tres veces por semana sesiones de diálisis y hemodiálisis e incluso para quien ha tenido la fortuna de llegar al trasplante.

Aunque ya se logró que a nivel federal se les reconozca dentro de los grupos de riesgo, esto no implica que todos los enfermos renales tengan garantizada la cuarentena con paga.

Miembros de la Asociación de Enfermos Renales y Trasplantados de Puebla reportaron que sus patrones en el sector privado no respetan las medidas de prevención del Covid-19 y no les dan facilidades para ponerse fuera de riesgo pese a su condición vulnerable.

Beatriz Adriana Rodríguez Bernal, que representa a la asociación, refiere que

"por lo menos son 25 o 30 pacientes los que tienen que seguir laborando porque sus jefes o patrones no permiten que falten ", explica 

Para esos patrones y para los enfermos en general han iniciado una campaña en la que se exhorta a qué, especialmente ellos, se sumen al #Quédateencasa.

"Precisamente para que las empresas se tienten el corazón y a los empleados que son enfermos renales los puedan mandar a su casa con sus pagos", agregó.

Por ahora la campaña ya ha cruzado fronteras y han recibido fotografías de pacientes de Colombia, Argentina, Chile, y Paraguay.

Aunque entre los trabajadores de los diferentes niveles de gobierno todavía no hay problemas en los pagos, agregó Rodríguez Bernal, lo que se decidió fue presentar formalmente peticiones para que se garantice la protección al paso de los meses.

A semana y media de entregar documentos, los únicos que han respondido son los funcionarios del gobierno de Claudia Rivera Vivanco.

Del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta todavía no tienen respuesta y del gobierno federal ya se han hecho algunos reconocimientos generales.

A la inestabilidad laboral que ha dejado el coronavirus entre pacientes renales se suma que ahora cuidarse es mucho más caro.

En el sector de la salud pública no todos los pacientes tienen garantizadas las diálisis y hemodiálisis sin costo, por lo que tan sólo en tratamientos, gastan de mil 200 a 2 mil pesos a la semana, en función de si requieren una o dos sesiones.

De manera particular hay tratamientos que pueden llegar a costar  mil 800 pesos y nuevamente hay quien requiere más de una sesión a la semana.

Con las recomendaciones de precaución extrema que ahora implica para ellos el coronavirus, prevén sumar otro 250  pesos en taxis o servicios como el de Uber.

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