Obtener logros en las políticas de seguridad pública urbana implica que estén planeadas a largo plazo y no limitadas a la ampliación de recursos como patrullas o policías, de acuerdo con académicos de la Universidad de Barcelona que participan como invitados del Programa de Profesor Humanista Internacional de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

La doctora en Derecho, Verónica García Morales y el doctor en Ciencia Politica, Xavier Torrens Llambrich evitaron hacer señalamientos directos a la situación de Puebla y de México, pero expusieron algunas situaciones que han observado.

García Morales dijo que anunciar más policías y patrullas sin concretar su existencia puede afectar la percepción ciudadana.

"Esto es lo que genera en la sociedad: una mayor sensación de inseguridad o de impunidad".

Desde la perspectiva de la académica se deben considerar temas como el alumbrado público y la seguridad de peatones, la perspectiva de género, el transporte urbano y la policía comunicativa.

Por su parte Torrens Llambrich explicó que los gobiernos deben tener en cuenta las bases de la nueva gestión de las políticas de seguridad para no tener políticas reactivas y a corto plazo sino proactivas a largo plazo, así como no centrarse en incrementar recursos pero sin una justificación.

Hay que identificar un problema central, atenderlo con castigos e incentivos, trabajar con la ciudadanía, en capacitación y también generar una nueva cultura, puntualizó.

Indicó también que México presenta, en cuestión delictiva, cifras distantes a las de países democráticos, que preocupan y no deben considerarse como normales.

Esto, en delitos como asesinatos de periodistas, feminicidios, trata de personas, linchamientos, robo de combustible, desaparición forzosa y violencia de genero.

"Estamos hablando de multitud de delitos que no son usuales en países democráticos y esto repercute porque México sí es un país democrático", comentó el especialista.

Así, dijo, un problema central que se podría considerar es el de la impunidad y corrupción, que de atenderse incidirá en la percepción pública y en la desconfianza en las policías.

En relacióm a Puebla, dijo que pudo identificar que también es necesaria la capacitación de policías en temas como la violencia de género.

Un ejemplo reciente fue el caso de las tres niñas envenenadas por su padre, pues no se consideró desde un inicioesa perspectiva, mientras que otros países lo hubieran hecho pues violentar a los hijos es una forma de violentar a la madre.

Cuestionado sobre el proyecto de la Guardia Nacional del gobierno federal, Torrens Llambrich expuso que un modelo similar se planteó en España y que, aunque es positivo, pues implica una visión global de Estado, se debe considerar la capacitación a militares pues atenderán problemas a nivel de los ciudadanos y no de una guerra.