Consejeros y magistrados electorales de Puebla llevan años sin publicar su declaración patrimonial y de intereses, incluso hubo quienes concluyeron el periodo por el que fueron designados y se fueron sin transparentar sus bienes.

Federico González Magaña, Flor de Té Rodríguez Salazar y Claudia Barbosa Rodríguez estuvieron tres años en el Instituto Electoral del Estado (IEE), de 2015 a 2018, pero nunca dieron a conocer sus propiedades.

Por ley, todo servidor público está obligado a realizar su declaración patrimonial y de intereses, pero es opcional hacerla pública.

Los tres consejeros terminaron su periodo el 2 de noviembre del año pasado, pero en la página de internet del órgano electoral ni en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) se encuentran sus bienes.

Sólo se puede encontrar un documento con la leyenda: “en el formato de declaración patrimonial y de intereses el declarante señala que no está de acuerdo en hacer públicos sus datos patrimoniales”.

Indica que esto se fundamenta “en el artículo 29 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas; 68 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública y 3 fracción ix, 20 y 21 de la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados”.

Al salir del IEE los tres consejeros también libraron la investigación que el Instituto Nacional Electoral (INE) abrió en su contra por el supuesto fraude electoral que les achacó Morena el año pasado.

Luz Alejandra Gutiérrez Jaramillo, que lleva tres años en el cargo y estará otros tres, ha decidido mantener en reserva su declaración y solo se sabe que su salario neto es de 76 mil pesos mensuales, igual que los demás consejeros electorales.

Dalhel y Chevalier también se fueron en blanco

La exsecretaria Ejecutiva del IEE, Dalhel Lara Gómez, renunció el pasado 31 de enero y tampoco transparentó su patrimonio, igual que el expresidente del Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP), Fernando Chevalier Ruanova, quien concluyó su gestión el 10 de diciembre del 2018.

Ellos dos también fueron acusados de intervenir en la elección del año pasado, pero no enfrentaron una denuncia formal.

En sustitución de Lara Gómez, el instituto nombró a César Huerta Méndez el 26 de abril, pero a pesar de que realizó su declaración patrimonial, se negó a transparentarla.

El INE designó a Jesús Arturo Baltazar Trujano y Evangelina Mendoza Corona para remplazar a los consejeros que se fueron, pero estos tampoco han dado a conocer sus bienes.

Opacidad en el TEEP

Norma Angélica Sandoval Sánchez llegó al TEEP como relevo de Chevalier Ruanova y también se negó a transparentar sus propiedades.

Lo mismo Adrián Rodríguez Perdomo y Gerardo Saravia Rivera, que llevan dos y tres años como magistrados, respectivamente.

Los sueldos en el tribunal son de 133 mil pesos mensuales para el presidente (que actualmente es Saravia Rivera) y 83 mil pesos para sus dos compañeros.

Transparentan a medias

A medias han publicado sus declaraciones tres consejeros del IEE, empezando por el presidente Jacinto Herrera Serrallonga, que solo difundió la de 2017, no la modificó para 2018 y este año decidió mantenerla en secreto, si es que hubo cambios en su patrimonio.

Sin precisar el valor ni la extensión, hace dos años dio cuenta de una casa en San Andrés Cholula, gravada con crédito hipotecario.

Reportó una cuenta en Banorte y otra en Santander, cuatro tarjetas de crédito: Invex, HSBC, American Express e IXE; tres tarjetas departamentales del Palacio de Hierro y Liverpool, así como un crédito en Santander y uno hipotecario en Banorte, pero de ninguno precisó los montos.

El consejero José Luis Martínez López accedió a informar de sus bienes también únicamente en 2017 y enlistó una casa en Puebla sin precisar su valor, además de una cuenta bancaria HSBC, un préstamo con el mismo banco, un crédito hipotecario en Citibanamex, dos tarjetas de crédito de ambas instituciones financieras y dos de Liverpool y el Palacio de Hierro.

Sofía Marisol Martínez Gorbea (que arribó al IEE en noviembre del año pasado) afirmó en su declaración que no tiene propiedades y solo reportó una tarjeta de crédito Citibanamex.

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