A dos décadas del sismo del 15 de junio de 1999 que dañó a Puebla, las autoridades municipales y estatales siguen sin tomar en cuenta aportaciones científicas en materia sismológica, desde la perspectiva de académicos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

Dichos aportes incluyen tanto el desarrollo de tecnología para hacer frente a fenómenos naturales, como la aplicación de programas que vayan más allá de los periodos de gobierno y la actualización de reglamentos de construcción.

El desdén de los gobiernos se explica porque prevenir los sismos no luce ni es visible como otras acciones de gobierno, dijo  Gerardo López Árciga, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Civil.

"Desafortunadamente, las autoridades aquí en nuestro país son muy dadas a la mediatización. Entonces para ellos es más importante decir - perdón por lo que voy a decir- pero que ya hay autobuses rosas. ¿A  qué vamos a comprar instrumentos o hay un problema de ingeniería sísmica"?, dijo en la rueda de prensa para anunciar el Tercer Coloquio de Ingeniería Sísmica 2019 que realizará la UPAEP el lunes con motivo del aniversario 20.

Al desinterés de autoridades se suma que en los procesos de construcción de nuevos inmuebles se registran irregularidades que superan la exactitud de la ciencia y que se relacionan con la corrupción, añadió.

Licencias para terrenos no adecuados, materiales de mala calidad y falta de ética de los profesionales de la construcción fueron algunas observaciones de Eduardo Ismael Hernández, también investigador en la Facultad de Ingeniería Civil. 

"Esos temas quedan ajenos a la parte técnica, a la parte ingenieril. Ahí más bien la responsabilidad es de las autoridades que dan esos permisos; de las autoridades que no vigilan que se cumpla la norma, o también la parte ética de los ingenieros o de los arquitectos o los constructores", comentó.