La obsolescencia programa es aquella programación que pone fecha de caducidad a tus aparatos, es decir, que el fabricante decide que, aunque cuides muy bien tu Smartphone irremediablemente tendrás que comprar uno nuevo al cabo de dos o tres años y, contemplando que los costos de los equipos celulares son cada vez más elevados, mantenernos a la vanguardia tecnológica es cada vez más complicado.

Recientemente la Fundación Energía e Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada dijo al El País que, si los fabricantes no “sabotearan” de manera premeditada los aparatos, estos podrían durar hasta 15 años, lo cual representaría enormes pérdidas para la industria y la escasez de clientes “Cuando el móvil se ralentiza o ciertas apps no funcionan, el usuario ya empieza a pensar que es normal. (…) Si no existiera la obsolescencia programada, un teléfono móvil tendría una vida útil de 12 a 15 años” dijo la fundación.

Y lo peor no es eso, sino que en América Latina ningún fabricante es penalizado por esta práctica tramposa y poco honesta que vende productos que van a rendir, pero solo hasta que el fabricante lo decida. Por ahora no existe ninguna iniciativa que busque frenar estas prácticas, por lo que seguiremos padeciendo de la obsolescencia programada por mucho tiempo más.

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