El Programa Integral de Financiamiento del Transporte Público para facilitar la renovación de unidades apunta a ser un fracaso, pues a un año de su puesta en marcha, “pocos” transportistas han aprovechado esta iniciativa.

En marzo de 2017, el gobernador Antonio Gali Fayad y el entonces secretario Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade pusieron en marcha este programa que comprometió más de 5 mil millones de pesos en acciones para modernizar el transporte público, colectivo y de taxis.

Con la participación de la Banca de Desarrollo, a través de Nacional Financiera (Nafin), se pretendía financiar la renovación de tan sólo 10 mil 500 taxis en una primera etapa, para brindar un mejor servicio a los usuarios.

Sin embargo, el representante de Nafin en Puebla, José Luis Flores Hernández reconoció que son “pocos” los transportistas que han solicitado financiamientos para renovar sus unidades, sin precisar cuántos ascienden.

“El programa ha empezado muy lento, justamente hoy me reúno con la Secretaría de Transportes para diseñar una estrategia y echarlo a andar; queremos un programa intenso de cambio de unidades, tanto en microbuses, vans y taxis que ofrecen sus servicios.

Requisitos frenan a transportistas

En entrevista, el funcionario federal admitió que los requisitos con los que deben cumplir los transportistas para acceder a estos financiamientos, ha limitado su participación, a pesar de las facilidades que se otorgan para que accedan a los financiamientos.

También atribuyó a una falta de difusión del programa, por parte de la Secretaría de Transportes, que los transportistas no se acercan a conocer las ventajas que ofrece esta iniciativa.

“Por falta de difusión y por las condiciones del programa, pues tienen que ser unidades nuevas las que adquieran, de preferencia de gas natural y no gasolina. Hay ciertas limitaciones, podría decir en el tema regulatorio, para que sean unidades de transporte eficiente y limpias”, subrayó.

Flores Hernández identificó que los taxistas son los que más se han acercado a solicitar algún financiamiento, pues para los transportistas, renovar sus microbuses, requiere de inversiones superiores a los 2 millones de pesos, lo que complica su deseo de renovar las unidades.

“Con franqueza sí digo que ha estado lento el programa y buscaremos maneras de reactivarlo, no hay duda que hace falta un cambio de unidades, pero no ha sido fácil trabajar con este segmento, hay recursos y formas de apoyarlos, pero sabemos que es difícil aventurarse”, agregó.