• Ciudad

Recortan a vendedores tras renovación del Paseo Bravo

  • Laura Ruiz
El proyecto sólo contempla ocho locales comerciales que se instalaron en el pasillo principal en los que se vende fruta, desayunos, talavera, mermeladas, dulces a granel, agua, entre otros productos
.

La renovación de Paseo Bravo inaugurada este miércoles durante un acto de autoridades municipales y estatales dejó fuera al comercio rodante que ha caracterizado a esta plaza pública.

De acuerdo con aseadores de vehículos que comenzaron a laborar hasta el término de la reinauguración, por la mañana se prohibió la instalación de los carros en que habitualmente venden comida.

Los comerciantes, ahondaron, todavía no tienen definido qué pasará con ellos y han sugerido esquemas de coordinación que les permitan rentar entre varios alguno de los nuevos locales.

Durante el acto de reinauguación, los ocho espacios comerciales que se instalaron en el pasillo principal fueron ocupados por vendedores de fruta y desayunos, talavera y mermeladas, dulces a granel, agua, algodones de azúcar, tamales y elotes, así como chicharrines.

En consultas a quienes hoy vendieron, algunos dijeron desconocer el futuro de su estadía, mientras que otros más refirieron que sólo fueron requeridos por las autoridades para participar este día como parte del acto.

En vísperas de la inauguración la regidora que encabeza la Comisión de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad, Myriam Arabián Couttolenc, explicó que se prevén 16 permisos y que esto podría modificarse por el uso de locales por más de un comerciante, pero a diferentes horarios.

El 30 de mayo la panista también explicó que con los cambios en el Paseo Bravo se preveía involucrar a los comerciantes en esquemas de capacitación con la Universidad Iberoamericana Puebla, como sucedió con vendedores de Analco.

Hacia el último trimestre de 2017 el ayuntamiento reportó en una consulta vía transparencia que para esta plaza habían autorizado 29 permisos para la venta en carros y otros 21 para los aseadores de vehículos.

En el caso de los carros en los que se venden alimentos los comerciantes habían colaborado con las dos últimas administraciones en la unificación de la imagen de los vehículos con los colores y logos de los gobiernos municipales.

La renovación tuvo un costo 19.37 millones de pesos y en la reinauguración el alcalde Luis Banck Serrato destacó como una de las ventajas que se incentiva la apertura de negocios en la zona.

El proyecto contempló una estructura antisísmica y bancas temáticas que se inspiran en el pentagrama musical; se incluyó un paso peatonal con el que se busca la preferencia a peatones en el cruce con la 5 Poniente y hay nuevas luminarias.

[relativa1]

[relativa2]

Comentarios de Facebook: