Faquires con habilidad para tragar espadas y expertos en perforaciones y modificaciones corpóreas se reunieron este fin de semana en el Centro de Convenciones de Puebla para promover su cultura.

La primera Convención de Perforaciones y Modificaciones Corpóreas surgió como iniciativa de organizadores de foros de tatuaje en la ciudad de Puebla que ven en estas prácticas un interés menor que el que se tenía en el pasado.

Con los encuentros enfocados en los dibujos de la piel, realizados en otros años, han llegado a juntar hasta 7 mil personas. Ahora fueron menos pero se trata de promover la oferta que se tiene para modificar al cuerpo.

"Antiguamente la perfo, en los noventas era más pedida que los tatuajes; ahora los tatuajes son más pedidos que las perforaciones. Lo que se intentó con este evento es que pueda tener el mismo auge que tuvo en los noventas cuando todo mundo se andaba perforando", recordó José Guillermo Cortés Limón, uno de los organizadores.

Promover la cultura de las perforaciones y las modificaciones corpóreas es también para el organizador una forma de que los interesados en practicarlas se preparen y para que los interesados en realizarlas en su cuerpo lo hagan de una manera segura.

A pesar de la demanda tanto de tatuajes como de las prácticas de la convención, no hay, de acuerdo con Cortés Limón, una organización en el gremio y tampoco una vía directa para aprender las técnicas de quienes mejor las desarrollan. A esto se suma la poca disposición de aprendices para acercarse a expertos, como se hacía antes.

"Los jóvenes de ahora son muy arrogantes. Antiguamente llegaba uno al estudio y decía, 'oye, quiero aprender,  te ayudo a lavar utensilios'. De cierta manera el tatuador lo regresaba enseñándole, pero ahora ya no hay ese interés", dijo.

Esto último hace frecuente que cualquiera sin experiencia ofrezca servicios y que lo hagan incluso en lugares que no cumplen los requerimientos sanitarios, como se observa en algunas calles, según el organizador.

Al final, quien se realice perforaciones y modificaciones corpóreas debe de estar consciente de las condiciones higiénicas y exigirlas para garantizar que sea una experiencia satisfactoria y según lo que esperaba.

"Checar que la indumentaria esté esterilizada, que tenga su fecha de caducidad. Traen una marca que cambia de color cuando entra al autoclave, que es un esterilizador que funciona a vapor y hay algunos que funcionan con esporas, con mucha tecnología", dijo Cortés Limón además de hacer énfasis en la buena imagen del estudio y de quien realiza la práctica.

En este punto también entra el precio pues como sucede con cualquier producto. Pero aquí con la seriedad que implica intervenir el propio cuerpo, pagar barato puede costar al cliente mucho más caro.

Tan sólo en una de las perforaciones más básicas como es la del lóbulo de la oreja, un buen parámetro, para empezar, ronda entre 250 y 300 pesos con todo y una buena pieza a injertarse en el proceso.

Con otras prácticas mucho más elaboradas como el dibujar cuerpo a base de quemar la piel se debe considerar que son pocas las personas que lo hacen en el mundo, en tanto que con otras modificaciones como el tatuarse los ojos ha demostrado dejar daños aún con las mejores técnicas.