• Mundo

Recuerdan en París los atentados terroristas de hace dos años

  • Rosa María Lechuga
Atrás quedaron los eventos masivos, los expertos señalan que ha comenzado un nuevo ciclo, con pequeñas agresiones pero no menos impactantes
.

Un raro día soleado en pleno invierno parisino es el escenario en la capital francesa de una ceremonia , a 730 días de los lamentables atentados terroristas del 13 de noviembre de 2015 donde perdieron la vida 130 personas y 683 más resultaron heridas.

¿Daños colaterales? Incuantificables. No hay un bilan que refleje lo mucho que se ha trabajado por parte del gobierno, de la sociedad civil y de organizaciones que surgieron a partir de tan lamentable suceso.   

La eterna elegante ciudad de París, cosmopolita, llena de luz, en sus calles respira la tristeza, se escucha el silencio ensordecedor que rasguña la memoria de los parisinos.

Ella sigue intacta, la dama de hierro, la Tour Eiffel.

Imponente y seductora, objetivo de guerras sin sentido es testigo de una nación que no se ha dejado caer. Todo sigue su curso, con mucho espíritu, pasión y un aire de magnificencia.

En pocas horas los sucesos que sacudieron a París, el corazón de Europa, trastornaban las calles, la tragedia apenas comenzaba un 13 de noviembre de 2015.

Desde entonces, se declaró el “Estado de emergencia” (hace dos semanas el presidente Emmanuel Macron ha declarado su final por el momento) en la nación gala, los hospitales se vieron desbordados, Pitié-Salpêtrière, Saint Antoine, Saint-Louis, Cochin, Lariboisière, Geroges Pompidue, Bichat-Calude-Bernard pero no colapsaron.

La noche, esa noche que aún no termina para vecinos, familiares, propietarios de los bares que fueron atacados, no en su memoria, no en los rostros de quienes perdieron a un ser amado, a un amigo-a, a un colega, a un conocido, a un compatriota, no en un país como Francia que recibe 85 millones de turistas al año.

Pensaron que se iría el sol que ahuyenta el invierno de los rostros parisinos de la ciudad más bella del mundo.

Y a pesar de que en invierno la tierra lloró, París está de pie ostentado su lema “Fluctuat nec mergitur”  (Es sacudida por las olas, pero no se hunde).

Tras la sacudida vino la COP 21 que reunió a la élite internacional política y social donde se firmó el famoso “Acuerdo de París”, la Eurocopa puso a prueba la sagacidad de toda una nación para asegurar la estadía de millones de aficionados, y con valentía, aceptaron un segundo lugar frente a Portugal.

En su fiesta más grande “día de la independencia” recibieron la visita del presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump este año y lograron la sede de los Juegos Olímpicos para el 2024.

Toda una nación batiente

Ayer, el Stade de France, Le Carillon, Le Petit Cambodge, La Bonne Bière, Casa Nostra, Comptoir Voltaire, La Belle Equipe y Bataclan, el lugar de conciertos donde se registró hace dos años la mayor masacre con más de 80 personas ultimadas.

Las flores, los mensajes, los nombres de todos y cada uno de las víctimas, globos, velas, lágrimas, se hicieron presentes y atrás quedaron los discursos de las personalidades políticas, el respeto reinó en el segundo aniversario.

Dos integrantes de Eagles of Death Letal improvisaron un concierto frente al Bataclan ante la mirada sorpresiva de los presentes.

Save a prayer y Love you all the time fueron entonadas a todo pulmón.

El terrorismo islámico se ha metamorfoseado, atrás quedaron los eventos masivos, los expertos señalan que ha comenzado un nuevo ciclo, con pequeñas agresiones pero no menos impactantes teniendo como vértice el desorden psiquiátrico en quienes las cometen.

Por ello, la República Francesa está mejor armada y los ciudadanos somos testigos de la seguridad extrema que hay.

Ayer se cumplieron 17,520 horas de aquella difícil noche.

Hoy París continúa siendo una ciudad llena de vida, radiante como el sol.

Las copas de champagne se siguen escuchando en la Seine.

Yves Saint Laurent acaba de ser inmortalizado en la rue Montagne, la más célebre calle de moda.

París versus moda

Los amantes se dejan ver en los bistrós, en los restaurantes, tomados de la mano y paseando en el jardín de Palais Royal.

El Yoyo, en Palais de Tokio, seguirá vibrando con la música de artistas vanguardistas y contemporáneos, fieles al sonido y al color, a la locura.

C’est la vie!

Tags: 

Comentarios de Facebook: