• Seguridad

Reclusos controlan el negocio de telefonía en Cereso de San Miguel

  • Alberto Melchor
Dos internos aprovecharon la salida de las casetas de Telmex para rentar teléfonos celulares y cobrar un peso por minuto de llamada
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Un par de internos del Cereso de San Miguel en Puebla controlan los servicios de telefonía a los reos  a través de una cincuentena de aparatos móviles que tienen bien instalados en sus celdas

Fuentes al interior de San Miguel aseguran que lo que pagan por tener esos equipos es mínimo en comparación con el consumo de llamadas que tienen internos luego de que en el penal se retiraron las casetas telefónicas de Telmex y se instalaron las de la empresa Nexxus, que pueden resultar más caras.

Fallas de nuevo proveedor

Según explicaron internos que pidieron el anonimato, Nexxus es un servicio de telefonía que se paga a través del sistema Paynet, mediante el cual se asigna un número de cuenta a cada interno para que pueda “abonar” saldo y así hacer llamadas a sus familiares.

La entrada de esta empresa al Cereso de San Miguel se dio a partir de diciembre del 2016, cuando las antiguas casetas de Telmex que funcionaban con tarjetas de 30, 50 o 100 pesos se cancelaron para dar paso a las casetas con la nueva plataforma de Paynet.

El servicio de Nexxus funciona con recargas que pueden realizar personas que acuden ciertos días y a determinadas horas al penal.

Pero el verdadero negocio está en las recargas por fuera del penal ya que se pueden en farmacias, tiendas de conveniencia o por internet  en http://www.paynet.com.mx/. En locales establecidos los abonos tienen una comisión de 9 pesos, mientras que por internet es de 10 pesos más el 4.5 por ciento del monto abonado.

Nexxus cobra 1.50 pesos por minuto a un número móvil y 75 centavos a un teléfono fijo .

Además del costo de la recarga, los internos aseguran que ni siquiera existe un contador de minutos, por lo que el servicio puede cobrar cuatro minutos aunque quizá solo hayas utilizado dos o tres.

El Güicho y El Paco acaparan el mercado

Frente a esa circunstancia tan adversa para los reos-usuarios, El Güicho El Paco , también interno, encontraron sacar provecho mediante la venta de minutos desde teléfonos celulares.

Entre ambos tienen por lo menos 50 aparatos telefónicos, cuya posesión está prohibida para la población penitenciaria, pese a lo cual controlan el mercado de llamadas.

Si bien el sistema de Nexxus garantiza un monitoreo de las llamadas que realiza cada interno mediante el uso del número único, con El Güicho y El Paco el control se hace a través de su bitácora improvisada en una libreta.

Todo se realiza desde una celda

Imágenes proporcionadas a e-consulta muestran que el negocio de estos internos se realiza desde su celda, a donde llegan aquellos interesados en hablar con la familia o de negocios afuera del penal, y que pagan un peso por minuto, indistintamente si hablan a un teléfono celular o a un número fijo.

Por el piso de la celda serpentean los cables de los celulares a los que se accede luego de anotar el número al que se marcará. Una vez finalizada la conversación, se paga el cargo correspondiente por minuto o fracción.

Así funciona gracias a que El Paco El Güicho no son tocados por los operativos para decomisar objetos prohibidos que, de vez en vez, se realizan en las crujías de San Miguel.

Sus celulares, alrededor de 50, no figuran en los reportes que elaboran el Cereso o la Dirección General de Ceresos, según la jurisdicción del personal que haga las minuciosas revisiones.

 

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