A poco más de un año de la reinauguración del Estadio Hermanos Serdán, con una inversión estatal superior a los 97 millones de pesos, la ciudad podría quedarse sin equipo de beisbol por la solicitud del cambio de sede que  Pericos de Puebla comunicó este jueves en la asamblea de presidentes de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

Si bien en la comunicación oficial del equipo sobre este encuentro no se informa al respecto, trascendió que la solicitud para un cambio en 2018 se planteó tanto para los emplumados como para los Rojos del Águila de Veracruz.

En la víspera de esta solicitud, la directiva encabezada por Gerardo Benavides Pape ya había solicitado informes sobre cambios a la LMB, en el mes de junio, y aún no se cumplen plazos para que esta determine nuevas sedes.

Asimismo, el planteamiento estuvo antecedido de modificaciones en la novena verde que implicaron la transferencia de algunos de sus jugadores destacados, para reforzar en esta temporada a los Acereros de Monclova, propiedad del mismo empresario.

Tras estas salidas de jugadores que que en la temporada pasada posicionaron a los Pericos de Puebla como el campeón de la liga, parte de la afición respondió con inasistencias al Hermanos Serdán, incluso en el juego de este jueves contra los Rieleros de Aguascalientes.

De concretarse un cambio de ciudad para el equipo no sería ni su primera mudanza ni la primera vez que la Angelópolis se quede sin un representativo de beisbol pues esto ya ocurrió en años recientes. 

La franquicia original, con el nombre de los Hudson de Puebla, comenzó en la década de los treinta del siglo pasado como una primicia para la capital y una de las primeras opciones a nivel nacional. Con los años vinieron cambios de nombres y también de sedes.

Hacia el final de los sesenta tuvo su primer cambio a Mérida, Yucatán, pero regresó cuatro años después como los Ángeles de Puebla y posteriormente vino la inauguración del estadio recién remodelado en 1974.

En los ochenta se dejó de jugar algunos años por diferentes motivos y para 1993 regresó, tras la adquisición de una franquicia veracruzana, como Pericos de Puebla y sólo dos años después se cambió de sede a Cancún donde jugaron como los Langosteros. 

Un nuevo regreso ocurrió en el año 2000 y la novena verde vivió altibajos que le llevaron tanto a pelear por calificar, como al reciente logro del año pasado que los mantiene en un nivel alto dentro de la LMB.

La inversión de más de 97 millones de pesos se realizó durante la gestión del ex gobernador Rafael Moreno Valle, como parte de un proyecto para impulsar la zona de la ciudad con otros atractivos como el Estadio Cuauhtémoc, Acrópolis Puebla y un centro comercial.