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La relación entre ver televisión y los kilos de más

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Los investigadores usaron modelos de regresión logística para analizar el vínculo entre obesidad y patrones y prácticas de comidas en familia
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Las recetas mágicas para bajar de peso son un fraude y para perder kilos hay que cambiar de hábitos alimentarios y hacer actividad física; investigaciones universitarias sugieren que cocinar alimentos para disfrutar con la familia y evitar ver televisión mientras comemos puede reducir la probabilidad de volverse obeso.

El trabajo de la Universidad Estatal de Ohio examinó el vínculo entre los alimentos que se comen en familia y el riesgo de padecer obesidad. El estudio liderado por Rachel Tumin, directora analista de encuestas y salud poblacional del Centro de Recursos Gubernamentales de las Facultades de Medicina de Ohio, y Sarah Anderson, profesora asociada de epidemiología del Colegio de Salud Pública de la Universidad Estatal de Ohio, halló que los adultos que no ven TV mientras comen alimentos hechos en casa con sus familias son menos propensos a padecer obesidad.

Los investigadores usaron modelos de regresión logística para analizar el vínculo entre obesidad y patrones y prácticas de comidas en familia. Ajustaron los factores como empleo y estado civil, nivel educativo, etnicidad y edad.

En general, más de la mitad de los participantes dijo que había comido en familia la mayoría de los días de la semana; 35% de los encuestados reportó que había comido en familia algunos días, mientras que 13% señaló que había comido en familia pocos días.

Aproximadamente un tercio de los participantes fue considerado obeso, y alrededor de un tercio veía TV o videos la mayoría del tiempo durante estos alimentos. Asimismo, 36% de los encuestados dijo que nunca veía TV ni videos durante comidas en familia, y 62% de los participantes dijo que todos los alimentos que comían en familia eran preparados en casa.

La calidad, no la frecuencia, de las comidas en familia puede disminuir el riesgo de obesidad

El estudio no halló asociación entre la frecuencia de las comidas en familia y el riesgo de padecer obesidad.

La gente que comía en familia la mayoría de los días de la semana –esto es, 6 o 7 días– fue tan propensa a ser obesa como la gente que comía en familia pocos días –1 o 2 veces por semana–. Sin embargo, la gente que nunca veía TV o videos durante las comidas en familia fue 37% menos propensa a ser obesa en comparación con los adultos que siempre veían TV. Esta correlación fue independiente de la frecuencia de las comidas en familia.

El menor riesgo de padecer obesidad se halló entre las personas cuyas comidas en familia eran tanto cocinadas en casa como ininterrumpidas por TV o videos.

La coautora del estudio, Sarah Anderson, explica los hallazgos: “La obesidad fue tan común en los adultos que comían con la familia 1 o 2 veces a la semana como en los que comían con la familia todos los días. Sin importar la frecuencia de las comidas en familia, la obesidad fue menos común cuando los alimentos se consumían con la TV apagada y se preparaban en casa”.

“Quizá la frecuencia con la que se hacen comidas en familia no es lo más importante. Es posible que lo que se hace durante dichas comidas sea más relevante. Esto enfatiza la importancia de pensar críticamente sobre lo que sucede durante dichas comidas, y si cabría la posibilidad de apagar la TV o hacer más respecto a la preparación de los alimentos”, dijo Rachel Tumin, autora del estudio. Los hallazgos se publicaron en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.

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