• Cultura

Auguste Rodin, a cien años de su desaparición.

Rodin un artista impresionista avezado para su época decía que “el cuerpo, es un molde en el que se imprimen las pasiones”.
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  • Su influencia en el siglo XX y XXI sigue a través de cientos de artistas que se han inspirado en su obra

París/ Meudon, Francia.- A cien años de la muerte del escultor francés Auguste Rodin, el país que lo vio nacer le rinde un homenaje en el Grand Palais con una exposición que no sólo muestra el talento del artista sino su influencia un siglo después.

Rodin un artista impresionista avezado para su época decía que “el cuerpo, es un molde en el que se imprimen las pasiones”.

Nacido en París (1840), su mejor obra la llevó a cabo en Meudon donde se mudó a una casa que se convirtió tiempo después en un lugar obligado para la clase política y social del siglo XIX, pues ahí instaló su atelier, su hogar y un enorme jardín que le rodeaba.

Muy al estilo de Claude Monet, prefirió vivir fuera de la capital francesa y montar su refugio en un lugar tranquilo e inspirador.

Y no sólo compartieron la provincia francesa, en 1889 Rodin y Monet expusieron juntos en la Galeria Georges Petit 145 cuadros de pintura y 36 esculturas.

Era admirado por jóvenes entusiastas como Bourdelle, Lehmbruck, Zadkine, hombres potentados como Antony Roux, Maurice Fenaille quienes financiaron gran parte de su obra lo que le dio fama y reconocimiento.

Para 1902 su estética le mereció ser el invitado principal a una exposición en Praga donde la portada de la invitación era su escultura dedicada a Balzac, la asociación de artistas Manes difunde con gran éxito su obra integrada por 88 esculturas y 75 dibujos, el éxito fue inmediato.

Poseedor de un gran número de “dibujos negros” influyó a artistas contemporáneos como Beuys, Fautrier, Marcheschi, Henry Moöre, Germaine Richier, Käthe Kollwitz, al mismo Picasso, Matisse.

Joseph Maratka, Gormley, Hoetger, Lüpertz, Fautrier, Klimt, Schiele, la lista es interminable de los artistas que se inspiraron en “Le baisser”, “La Porte de l’Enfer”, dos de las obras más conocidas de Rodin.

La fotografía es una herramienta que utilizó mucho para observar su escultura de lejos, aislarla y reflexionar sobre su expresión a veces soñadora.

Una generación de fotógrafos contemporáneos como Didier Vermeiren, Paul Neagu, Constantin Brancusi, Henry Moore, Annette Messager o Rachel Whiteread han trabajado sobre sus diseños, su peso, el tallado.

Sin límites para la creatividad que ha heredado desde su obra.

Auguste Rodin, el hombre cuya obra también es admirada en Palais Royal a través de la estatua de Victor Hugo.

“No hay realmente ni un bello estilo, ni un bello diseño, ni un bello color, no hay más que una sola belleza, aquella que la verdad revela”.

Muere en Meudon en noviembre de 1917, dejando un legado importante cuya trascendencia continúa marcando a las nuevas generaciones de artistas.

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