Un promedio de 11 comercios son abiertos cada día en la capital de Puebla, aunque la mayoría son negocios de antojitos, misceláneas, cocinas económicas, tiendas de regalos, estéticas o salones de belleza.

De acuerdo con datos del ayuntamiento capitalino, en el transcurso de 2015 la Tesorería Municipal entregó 4 mil 270 licencias de funcionamiento, lo que implica un promedio de 355 aperturas de negocios cada mes y de 11 diariamente.

Sin embargo, datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) refieren que los comercios poblanos cierran sus puertas por la baja en ventas, el exceso de competencia y la falta de rentabilidad.

Por ejemplo, únicamente durante el primer semestre del año pasado bajaron la cortina 3 mil 715 comercios en toda la entidad.

Abren 11 comercios diariamente en la Angeópolis

Según datos del ayuntamiento, a lo largo de 2015 entregó 4 mil 270 licencias de funcionamiento, de las que la mayoría fueron negocios para vender antojitos, pues estos sumaron 173 que equivalen al 4.05 por ciento.

Otros 173 comercios eran estéticas, salones de belleza o peluquerías, las cuales equivalieron al 2.51 por ciento del total.

Del total, 103 licencias fueron para abrir misceláneas, las cuales representan el 2.41 por ciento. Posteriormente siguen las refaccionarias, tiendas de ropa, cocinas económicas, tiendas de regalos, cafeterías, farmacias, purificadoras de agua y papelerías.

Los comercios que menos se abren son laboratorios ortopédicos, tiendas de mascotas, maquiladoras textiles y fabricación de productos metálicos, entre otros.

Negocios cierran por bajas ventas y exceso de competencia

Al revisar las mediciones del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) realizó durante los primeros tres meses de los años 2011 a 2016, se aprecia que el principal motivo por el que los poblanos perdieron su negocio tiene que ver con la baja en las ventas y el exceso de competencia.

El segundo motivo más recurrente es la falta de rentabilidad o las bajas ganancias que la empresa representó para los propietarios, mientras que las razones personales se colocaron en la tercera posición.