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Crónica: la sombra de un poder transexenal

  • Álvaro Ramírez Velasco
El nuevo gobernador José Antonio Gali enlistó en su rendición de protesta una serie de promesas y proyectos, cuya mayoría es continuismo de la administración que feneció este martes 31 de enero
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El acto de rendición de protesta de José Antonio “Tony” Gali Fayad como nuevo gobernador tuvo matices de confusión: por momentos, pareció el Séptimo Informe de Gobierno de su antecesor; en otros pasajes, sonó a festejo de destape de la secretaria general del PAN estatal, Martha Érika Alonso Hidalgo; también tuvo chispazos en los que el mandatario que habitará 22 meses Casa Puebla convocó a la inclusión y a la pluralidad.

Sin embargo, Gali se permitió un resquicio para el deslinde del llamado góber bala, al llamar a todos a conformar una Puebla incluyente y plural, “en la que cabemos todos”, con un gobierno que escuche, gestione y concilie.

Cualidades ausentes en el anterior mandatario y que siempre le reprocharon lo mismo opositores, organizaciones sociales y ciudadanos.

José Antonio Gali Fayad pidió también cerrar filas con el presidente Enrique Peña Nieto, ante la amenaza que representa el mandatario estadounidense Donald John Trump, y dedicó un espacio para enviar un mensaje de aliento a los migrantes poblanos que están en Estados Unidos.

Los halagos al “amigo luminoso”

El ex alcalde capitalino arrancó su discurso en el Auditorio Metropolitano, con agradecimientos y lisonjas, casi de inmediato, a Rafael Moreno Valle y a su esposa; el primero ahora aspirante presidencial y la segunda la carta fuerte de Acción Nacional (PAN) a la gubernatura en 2018.

“Gracias a mi querido amigo, el gobernador (sic) Rafael Moreno Valle (Rosas). Gracias por tu amistad verdadera y compartir conmigo tus experiencias siempre luminosas en este difícil transitar de la política”, dijo el nuevo mandatario e hizo estallar en aplausos a los presentes.

Rafael, entonces, se levantó de su asiento en el presídium para, con sonrisa forzada, ofrecer su mano derecha a Gali y luego apretarse en un abrazo muy breve.

Con el auditorio a sobrecupo, con los pasillos atiborrados de invitados, legisladores, funcionarios e integrantes de la burocracia dorada -muchos y muchas con estreno de ropa, zapatos y sonrisas-, Gali luego se refirió por primera ocasión a Martha Érika Alonso Hidalgo; más adelante repetiría el halago para la ex primera dama de la entidad, en su alocución.

“Mi gratitud por su generosa amistad”, dijo primero.

Luego de manera “especial, de corazón” reconoció su “compromiso por el progreso de Puebla”, mientras la panista que reiteradamente ha sido mencionada como posible candidata en 2018, levantaba la mano desde su asiento en segunda fila, entre el presidente nacional de su partido, Ricardo Anaya, y el dirigente estatal.

Gali Fayad agradeció la presencia también a los gobernadores, a quienes calificó como “mis hermanos”, de Aguascalientes, Baja California Sur, Ciudad de México, Chiapas, Chihuahua, Colima, Durango, Guerrero, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Querétaro, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas.

En total 17, lo mismo del PRI, PAN que del PRD y uno del PVEM.

Sólo después de todo ello e incluso tras hacer notar la presencia del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza, ya repuesto de la intervención quirúrgica por un infarto, saludó a su familia.

Otra vez las cifras del morenovallismo

Entonces, desde las gesticulaciones, las pinceladas retóricas que suenan a lugares comunes y los manoteos que en él parecen ensayados y que acompañan a sus palabras, José Antonio comenzó una larga, larguísima, lista de logros del morenovallismo.

Que si en educación, que si en infraestructura, que si en turismo, que si en salud, que si Rafael es un “estadista”.

Destacó que Puebla recibió en el sexenio, como nunca, una inversión extranjera superior a los 5 mil millones de dólares, que el estado es otro, que el cambio fue posible, “sí es posible”, con Rafael.

Gali dedicó en el arranque de su alocución minutos largos, cifras ya conocidas y halagos tácitos y evidentemente expresos para el aspirante presidencial.

Desde gayola, en el auditorio que antes se llamó Siglo XXI y cuya remodelación costó más de 416 millones de pesos a los poblanos, surgió un supuesto espontáneo gritó “Moreno Valle para Presidente”.

Más adelante, un grupo de voces femeninas coreó el “Rafa Presidente; Rafa Presidente”, zumbido que resulta como gotas de miel para Moreno Valle Rosas, quien desde su lugar en el presídium se veía extraño, incómodo, inquieto, como mero espectador, contenido en su habitual protagonismo.

Las promesas y Puebla Sigue

Aun sin llegar a una guerra de porras, también José Antonio disfrutó un incipiente “Tony, Tony, Tony”, aunque el clímax de su popularidad vendría en el besamanos, tras el acto.

Antes, el nuevo gobernador que despachará en Casa Puebla por 22 meses soltó un largo rosario de promesas y proyectos, algunos, según dijo, ya están en marcha y la contundente mayoría es continuismo de la administración que feneció el último minuto de este martes 31 de enero.

Anunció que impulsará una suerte de Reforma Educativa local, para la profesionalización de los docentes; que afianzará y continuará obras, para “seguir por la ruta de la transformación… las certezas y el progreso”.

Cabos sueltos del morenovallismo

Como para subsanar los cabos sueltos, los rubros que tuvieron desatención o los problemas no resueltos que deja Rafael Moreno Valle Rosas, el gobernador Gali Fayad subrayó que la seguridad, el combate a la violencia contra las mujeres y el respeto a los derechos humanos, serán prioridad en su administración.

Así, sin mencionarlos, dejó claro que atenderá la delincuencia organizada, gravemente manifiesta en el robo de combustible en el llamado Triángulo Rojo del oriente de la entidad, los feminicidios y las violaciones a las garantías individuales, tan reiteradas con Moreno Valle Rosas.

Dijo que no le temblará la mano y destacó la creación de la Coordinación Especializada para Prevenir la Violencia Contra las Mujeres y el impulso al Observatorio Ciudadano de Derechos Humanos.

El besamanos y el selfie star

Pasado el acto, vino el ritual, tan político, tan poblano, de la salutación, del besamanos.

Tras salir por una lateral al escenario, para saludar a los invitados en la zona VIP, Gali Fayad se convirtió en el objeto del deseo de mujeres y varones.

Unos y otras por igual le pedían una foto, un abrazo, un apretón de manos, un beso; igual se le acercaban para hacerle una petición, para entregarle una carta y hasta para pedirle una chamba.

Gali, ya suelto, animoso, se dejaba apapachar y fue entonces el rey de las selfies, en su paso hasta una mampara colocada en el lobby del auditorio, para que se diera de manera ordenada el besamanos.

En el interior del auditorio, su esposa Dinorah López recibía también porras y apapachos, en menor proporción.

De ahí, los invitados y el nuevo gobernador partieron al Parque del Arte para cerrar el cambio de poderes con una comida, en la que el postre bien pudo haber sido un pastel que dijera “Felicidades Tony”, a pesar de que en la celebración, los homenajeados parecían ser Rafael y Martha Érika.

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