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Mando único fracasará si no cambian estrategias y hay depuración: Ibero

  • Jaime Zambrano
El mando único tiene sentido como una estrategia en la que estén de acuerdo los municipios, los estados y la federación y que, pese a cambios de gobierno, pueda mantener operatividad, señala investigador
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Miguel Calderón Chelius, coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana Puebla, advirtió sobre un fracaso de la propuesta del mando único si no se implementan acciones para fortalecer a las corporaciones policiacas y no hay una depuración de elementos.

Calderón Chelius destacó que si las corporaciones policiacas siguen implementando las mismas estrategias y los policías continúan sin capacitarse, los resultados serán los mismos sin importar si el mando es municipal, estatal, federal o único.

“El mando único no es una solución a la inseguridad y es un instrumento que puede dar resultado si hay un fortalecimiento de las instituciones de seguridad pública. Si se cuenta con los mismos policías, con las mismas instituciones y con las mismas estrategias, vamos a tener resultados similares”, comentó.

En entrevista, el académico de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita, explicó que la inseguridad es un problema multifactorial en el que están presente la corrupción, la impunidad, la desigualdad social y la educación.

Señaló que una sola medida como un mando único policiaco no solucionará de forma automática los problemas de inseguridad que se presentan en estados como Puebla.

Destacó que el mando único tiene sentido como una estrategia en la que estén de acuerdo los municipios, los estados y la federación para que, pese a los cambios de gobierno, pueda continuar.

Señaló que en algunos casos, el mando único restará autoridad a los municipios mientras que en otras demarcaciones puede ser una forma de fortalecer a las corporaciones que ya fueron rebasadas por la delincuencia.

“El mando único no es una panacea, ni una respuesta a la delincuencia. Tiene sentido en una estrategia global de combate a la delincuencia, en una estrategia que tuviera continuidad y consenso nacional para que se mantenga pese al cambio del gobierno. El mando único quita autoridad a los municipios y eso los limita en algunos casos y, en otros, los fortalece cuando hay debilidades añejas”, destacó.

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