• Cultura

En París brillan obra plástica de 60 mexicanos y carnaval de Huejotzingo

  • Rosa María Lechuga
El Grand Palais muestra también el aporte mexicano al cine mundial y a la fotografía histórica en la expo Le Mexique
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Visitantes de la exposición Le Mexique, en París, aseguran estar sorprendidos y al mismo tiempo califican de “excelente” el arte de la época en donde el surrealismo fue de la mano del talento de mujeres.

Existe una sección denominada “Femmes Fortes” (Mujeres Fuertes) debido al papel prominente que adquirieron al financiar algunos proyectos de artistas con un lenguaje estético propio.  A esto incluso se le denominó  “Protofeminismo”.

Para los espectadores es mirar más allá de Frida Kahlo, innegable el talento de una de las mujeres mexicanas más conocidas a nivel mundial, pero no la única.

Es el caso de Nahui Olin y el detalle de sus cuadros y de la incursión no sólo en la pintura también en la fotografía y en la literatura.

Lola Álvarez Bravo, presente con su colección fotográfica.

Rosa Rolanda (su verdadero nombre Rosemonde Cowan Ruelas) de ascendencia mexicana, de origen americano, se naturalizó en México ya que contrajo matrimonio con Miguel Covarrubias. Con algunos cuadros y fotografías enriquece el legado cultural.

En “Autorretrato”, Rolanda se pinta con esos grandes ojos color miel avellana y en otro más deja ver su silueta con una pose sensual y unos labios “rouge éternel”.

María Izquierdo, otra gran mujer, quien logró plasmar a través de la pintura la belleza mexicana y también el patrimonio cultural de una nación que se levantaba de una Revolución.

La Révolution de l’Art aussi!

Sus temas iban desde las indumentarias de nuestra cultura –en este caso, el traje de Tehuana- hasta lo más sencillo como las fiestas tradicionales del pueblo.

De ella es la frase: “Es un delito ser mujer y tener talento”.

Guadalupe Marín de Rivera, otra gran artista de la época, quien más allá de su vida privada –un escándalo amoroso entre dos artistas, Diego Rivera y Jorge Cuesta- legó un cuadro que plasma su gran belleza, como la misma Poniatowska en su libro “Dos veces única”, le reconoció.

Pero también sobresalió en la literatura y por ello, hoy forma parte de esta exposición.

«Por nuestros sentimientos olvidamos muchas veces nuestros ideales y por nuestras pasiones, nuestros deberes» (Un día patrio).

Olga Costa, otra mujer revolucionaria que daría su vida por pintar y en París se observa “La Marchanta”, muestra del multiculturalismo que ella toma de la “naturaleza viviente”.

Dolores Velázquez Rivas –mejor conocida como Lola Cueto- figura con la artesanía mexicana como “Danseurs Indiennes”. Ella vivió en París de 1927 a 1932.

Rosario Cabrera viene a integrarse en esta generación también a través del óleo y los pinceles con un cuadro de Carmen Mondragón.

Lo que deja claro que las mujeres en esta época del lado de la pintura han heredado un gran capital cultural al país.

Cine mexicano 

En otra parte de la exposición, “Cinéma mexicain”, se observan a las excelsas mujeres mexicanas de la época del cine de oro, María Félix, Dolores del Río, Silvia Pinal, Marga López, Katy Jurado, Rosita Arenas y Ninón Sevilla, entre otras.

Y también los grandes inmortales como Jorge Negrete, Pedro Infante, Pedro Vargas, Arturo de Córdova, Cantinflas, Pedro Armendáriz, de quienes se exhiben sus actuaciones en dos grandes salas dedicadas a lo mejor de la producción cinematográfica mexicana.

Pero también se observa a Gael García y Diego Luna como parte de la nueva ola de productores mexicanos contemporáneos importantes.

El rostro de ellas en la pantalla grande ha dejado perpleja a la sociedad francesa por su belleza y sus grandes actuaciones y ellos son testimonio fiel a lo que esos años mozos le ofrecieron al país y que son un pilar importante en nuestra cultura.

Las vedettes de México que hicieron soñar a toda una generación.

Las historias de la tristeza y de la desgracia de los amores mal correspondidos.

La fiereza de una mujer como en la cinta “Doña Diabla”.

La inocencia de una noche de borrachera que terminó en matrimonio para Silvia Pinal y el Inolvidable Pedro Infante.

Los hermosos escenarios de un México exótico y lleno de pueblos mágicos.

Y una fuerte tradición religiosa 

Huejotzingo en París

En otra parte, se exhibe la historia de nuestro país contada a través de la fotografía, de 1876 a 1929 y gratamente hay dos videos y uno de ellos, narra el tradicional Carnaval de Huejotzingo.

Una obra del talentoso galardonado dos veces por Francia por participar en el IV Congreso Internacional de Películas Educativas, Documentales y de Corto Metraje celebrado en París en marzo de 1953 y con su documental sobre la pintura mural mexicana, mención honorífica en el Festival Internacional de Cannes en abril del mismo año.

Manuel Barchano Ponce trajo a tierras francesas uno de los eventos que le da la multiculturalidad a nuestro estado de Puebla. 

La derrota de los franceses en tierra azteca; una representación que llegó a París pero bajo una perspectiva de guerra y amor. 

Y aunque no se alcanzan a apreciar bien los 3 momentos históricos que le dan razón de ser a este Carnaval, lo cierto es que Barchano atrae las miradas a una tradición que inició a mitades del siglo pasado y que persiste entre nosotros.

Esta es la exposición que coloca a México en la mira de Europa.

Y por si fuera poco, esta semana estuvo llena de actividades culturales que acompañaron a esta exposición como muestra del gran auge que está teniendo la cultura mexicana.

Atrás quedó el affaire Florence Cassez y hoy Francia y México gozan de una relación inmejorable.

París es sin duda, un escenario que a nivel mundial recibe con los brazos abiertos a México.

Oler a incienso y maquillarse de catrina, está de moda. 

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