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Empresas novatas y sin permisos iniciaron obras en Puebla: ASF

  • Patricia Méndez
El organismo observó además que se cambiaron las condiciones de inversión en el Museo Internacional del Barroco
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Falta de permisos y de experiencia de las constructoras, trabajos pagados y no ejecutados, así como cambios en aportaciones que correspondían al estado, forman parte de las observaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a tres obras emblemáticas en Puebla: el Estadio “Cuauhtémoc”, el Auditorio Siglo XXI y el Museo Internacional del Barroco (MIB).

De acuerdo con el informe de revisión a la cuenta pública de 2014, Puebla tiene pendientes de solventar 1 mil 442.2 millones de pesos de su gasto público a nivel general entre 2011 y 2014, que corresponden a los cuatro primeros años de este sexenio.

El gobierno estatal cuenta con 30 días hábiles para justificar las observaciones, o de lo contrario deberá reintegrar recursos y sujetarse a los procesos legales que marque la ASF.

Cambian condiciones de inversión del MIB

Para la instalación del Museo Internacional  del Barroco se estimó una inversión de 1 mil 840 millones de pesos, de los que 760 eran para obra civil y equipamiento, otros 760 para acervo artístico y cultural y 320 millones corresponden al valor del predio.

Para los trabajos físicos, el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) aportó 500 millones de pesos a fondo perdido y la constructora La Peninsular –ganadora del Proyecto de Prestación de Servicios (PPS)- pondría los 260 millones restantes.

Mientras que el estado cubriría los 760 millones del acervo y los 320 del valor del predio.

Sin embargo al firmarse el contrato en noviembre de 2014 se indicó que se constituiría un fideicomiso sólo con 300 millones de pesospara la adquisición de obras y la realización de dos exposiciones inaugurales, con lo que quedaba sin efecto el compromiso del estado para aportar los 760 millones propuestos inicialmente.

Al detectar esta situación, la ASF destacó que el Fonadin no fue notificado, sin embargo el gobierno estatal argumentó que al elaborar las bases del concurso de licitación se optó porque el constructor también pagara el acervo artístico.

La Auditoría indicó que está a la espera de la documentación que justifique el cambio en las condiciones del estudio de viabilidad del proyecto y solicitó el inicio de un proceso de responsabilidad administrativa contra los funcionarios que omitieron notificar al Fonadin del cambio en las condiciones del contrato.

Por otra parte, se expuso que el gobierno del estado tampoco justificó a cabalidad la conveniencia de llevar a cabo el proyecto a través de un PPS frente a un esquema tradicional de contratación de obra pública.

Finalmente, los auditores destacaron que no se les proporcionaron los permisos y la licencia de construcción necesarios para el inicio de la obra, por lo que solicitaron que se abra un proceso de sanción por este caso.

Novato para remodelar el Cuauhtémoc

En cuanto a la remodelación del Estadio Cuauhtémoc, el órgano fiscalizador indicó que la empresa Acapro de Hidalgo S.A. de C.V. carecía de la experiencia necesaria para ejecutar la obra.

La ASF explicó que el gobierno del estado no evaluó correctamente la propuesta técnica presentada por esta empresa, debido a queno acreditó trabajos similares, sino obras menores en instalaciones deportivas.

Se indicó que sólo había ejecutado pavimentos y estructuras de concreto armado en el “Estadio de las Chivas”, en Guadalajara, así como en el “Estadio municipal Libertad Miguel Alemán Valdés” de Celaya, donde rediseñó y construyó el drenaje pluvial, y colocó la estructura para la cubierta metálica en tribunas del inmueble.

Cabe recordar que durante las labores de construcción, los trabajadores acusaron falta de pagos e incluso se registró el fallecimiento de un empleado a quien le cayó un marro, lo que le generó multas a la firma por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS).

La ASF precisó que revisó esta obra porque 488.4 millones de pesos invertidos fueron de origen federal, particularmente del Ramo 23 Provisiones Salariales y Económicas, aunque el costo total de los trabajos llegó a los 688 millones.

De esta manera, la revisión a la obra generó 9 observaciones, de las cuales 8 ya fueron solventadas y la restante generó una solicitud de aclaración.

Pago fantasma en el Auditorio Siglo XXI

La revisión sobre la remodelación del Auditorio Siglo XXI reveló que el gobierno del estado pagó 262 mil pesos por la construcción de una cisterna de 55 mil litros de capacidad, sin que esta se haya construido.

Además se cambió el sistema constructivo de la losa para ampliar el lobby, vestíbulo y la zona de concesiones, sin contar con la autorización respectiva, obras que requirieron 22 millones de pesos.

 

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