En 2013, Joaquín El Chapo Guzmán aceptó darle una entrevista exclusiva al reportero de Univisión Gerardo Reyes.

De acuerdo con el reportero Gerardo Reyes, El Chapo puso como condición que la entrevista no fuera publicada si antes él no la aprobaba.

El reportero de Unvision  publicó un texto en The Washington Post en el que cuenta que su empresa había buscado la entrevista con El Chapo Guzmán y que el narcotraficante los contactó.

“Yo estuve tentado a aceptar”, dijo Reyes.

El reportero asegura que viajó a Sinaloa, junto con dos productores y un camarógrafo, en una camioneta fúnebre que conducía una persona de la localidad.

De acuerdo con Gerardo Reyes, estaban grabando el reportaje en el municipio de Badiraguato y durante la presentación de unas imágenes decían que la región era territorio de El Chapo. Sin embargo, esa misma noche, el reportero recibió un mensaje de El Chapo en el que le indicaba que había cometido un error.

“Dile a los periodistas que están equivocados sobre el territorio de El Chapo, es todo México”, precisó el narcotraficante.

En su relato, Gerardo Reyes asegura que discutió con sus directivos de Univision y que llegaron a la conclusión de que el reportaje no podía ser sometido a la aprobación de El Chapo Guzmán.

El trabajo de Gerardo Reyes, sin la aprobación de El Chapo, se transmitió en noviembre de 2013.

Meses después de su fuga, El Chapo contacto a gente de Univision para ofrecerles una entrevista, pero otra vez exigió revisar la grabación antes de que fuera publicada.

El reportero Gerardo Reyes afirma que en esos días se enteró que El Chapo estaba ya en pláticas con Kate del Castillo para filmar una película sobre su vida.

“Cuando me enteré de la entrevista de Penn, me sentí como si hubiera perdido una larga carrera de obstáculos, pero no me arrepiento de rechazar las condiciones de Guzmán, porque el capo omitiría demasiado, especialmente su rol en la violenta guerra de las drogas en México”, dijo el reportero Gerardo Reyes.