• Economía

Piden impulsar incubadoras con apoyo de universidades

Empresas creadas bajo este esquema tienen menor riesgo de fracasar; en cinco años, surgieron así 49 mil negocios y 156 mil empleos
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El diputado del PRI, Abel Octavio Salgado Peña, propuso instrumentar un programa especial para la creación de “incubadoras de negocios” en alianza con universidades públicas, ya que son “un vínculo privilegiado entre el conocimiento, la innovación, la industria y los emprendedores”.

Mediante un punto de acuerdo, el legislador integrante de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública urgió a que la Secretaría de Economía (SE) y el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) diseñen dicho proyecto y celebren los convenios de colaboración necesarios para lograrlo.

Explicó que una “incubadora de empresas” es “un centro de atención a emprendedores en donde te orientan y asesoran para que hagas realidad tu idea de negocio”, lo cual es indispensable en México para contribuir a generar y consolidar sociedades, y se traduzcan en transferencia de nuevas tecnologías, compañías sólidas, mayores empleos y en dinamismo de la economía.

Afirmó que se ha demostrado que “muchas de las incubadoras más exitosas en México y en el extranjero están basadas o tienen alianzas con universidades”. Las empresas creadas en este esquema tienen menor riesgo de fracasar, aseguró.

Por eso, resulta necesario para el país contar con una estrategia especial de fomento a las “incubadoras de empresas” universitarias, enfocada a instituciones públicas.

Con este programa se podrán revitalizar las economías regionales de estados y municipios, que actualmente son poco productivas, a fin de crear empleos, lo cual ayudaría a evitar el ingreso de jóvenes a las filas del crimen organizado, y se incentivaría la inversión de las universidades en investigación, la cual tendría un canal de salida, consideró.

“No es casual que de las 191 ‘incubadoras’ tradicionales registradas ante el INADEM, 114 sean parte de alguna institución educativa, es decir, que casi el 60 por ciento de las incubadoras de empresas están dentro de universidades e instituciones, aunque predomina la participación del sector privado”, sostuvo.

En México, el Fondo Nacional del Emprendedor es un mecanismo que apoya con fondos públicos a “incubadoras”; sin embargo, son necesarias que existan reglas más claras para la entrega de estos apoyos, además de la conveniencia de definir las entidades más adecuadas para recibir recursos, indicó.

Salgado Peña agregó que a lo largo de su historia, las universidades han incorporado nuevas actividades a su propósito original de enseñanza, convirtiéndose en centros de investigación y formadoras de capital humano para la economía de los países, hasta “convertirse en motores del desarrollo al apoyar la creación y consolidación de empresas a través de las incubadoras”, potencial que debe aprovecharse, aseveró.

Precisó que en México, la Secretaría de Economía, a través del Programa Nacional de Emprendedores, ha logrado impulsar “incubadoras” con las que se crearon 48 mil 568 nuevas empresas y generaron 156 mil 445 empleos de entre 2007 a 2012.

Se identifican tres tipos de “incubadoras”: de empresas tradicionales, de tecnología intermedia y de negocios de alta tecnología, las cuales tienen impacto directo en la revitalización de la economía de las comunidades en que operan y fomentar la implementación de estrategias y productos innovadores.

Refirió que según la Asociación Nacional de Incubadoras de Empresas de Estados Unidos (NBIA por sus siglas en inglés), en 2011 se crearon 49 mil nuevas empresas que emplearon a 200 mil trabajadores y generaron ventas por 15 mil millones de dólares, cifras relevantes si se toma en cuenta que en ese año se percibían, aún de manera directa, los estragos de la crisis económica.

Además, se ha identificado que las pequeñas empresas que tuvieron un proceso de incubación tienen menor riesgo de fracasar, según la NBIA, indicó.

Señaló que un caso exitoso de “incubadoras” es el gigante tecnológico Google, el cual fue procesado en la Universidad de Stanford. Uno más, digno de mencionar, es el de la Universidad Carnegie-Mellon, la cual ha ayudado al lanzamiento de cerca de 300 empresas y ha creado 9 mil puestos de trabajo en la ciudad de Pittsburgh, Pennsylvania.

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